La mañana será clave; la madrugada, decisiva. Si bien Argentina jugará a partir de la 1.45 de mañana ante Japón, el juego que, desde las 9 de hoy, protagonizarán República Checa y Estados Unidos puede darle más signos vitales al seleccionado argentino de básquet, pero que sólo se mantendrán si derrotan a los japoneses. Ingresar como uno de los dos mejores terceros a la siguiente etapa de los Juegos Olímpicos es la meta.
En el grupo C, Argentina (-28 en diferencia de tantos) y Japón (-46) tienen un registro negativo con dos derrotas y ninguna victoria, por lo que primero verán con atención República Checa (-14) contra Estados Unidos.
Los checos (-14) en el grupo A tienen una victoria y una caída pero de perder con Estados Unidos, que es de los favoritos en el torneo, podrán brindarle la chance a Argentina de pasar. Una derrota de los checos por 10 puntos y un triunfo de los “albicelestes” por cuatro ya le entrega el boleto a la selección de Sergio Hernández.
Otro que está ahí, con el mismo registro que los checos, es Alemania (-3) en el grupo B, rival de Australia (jugaban esta madrugada), también de los mejores equipos del certamen y ya clasificado.
Además del mal comienzo de Argentina con dos derrotas, Patricio Garino quedó al margen. El perimetral de Zalgiris Kaunas de Lituania es el mejor defensor del plantel y con su lesión en el bíceps femoral derecho le acortará la rotación a Hernández, que posiblemente colocará a Gabriel Deck como titular.
Aunque consciente de las complicaciones que tiene el equipo, Nicolás Laprovittola, fue optimista. “Yo siento que seguimos siendo un gran equipo, que se conoce, que ya hizo cosas en el pasado y todavía tiene mucho para mostrar en el torneo. Creo que la gente debe confiar en estos jugadores y en el equipo”, dijo el ahora base de Barcelona de España.