Por Daniel Coronel - LG Deportiva.
Como en el mercado de pases de verano, Atlético tuvo el as bajo la manga hasta minutos antes del cierre del libro de pases. Joaquín Pereyra se convirtió en el sexto refuerzo del “Decano” y de esta manera completó el plantel para la Liga Profesional. El jugador de 22 años, surgido en Rosario Central, tuvo ayer su entrenamiento bautismo en Tucumán.
“El técnico tuvo mucho que ver con mi llegada, me llamó y me demostró su interés”, señaló el volante. En ese sentido, el técnico admitió haber participado activamente en cada una de las negociaciones por refuerzos que llegaron. “Cuando elegís un jugador tenés que hacerle saber para qué lo necesitás. Los jugadores tienen que estar dispuestos a cumplir el rol que les toque a cada uno, hay tres posibilidades: ser titular, ir al banco o no estar en la lista. En todas hay una gran responsabilidad y se necesita esa colaboración”, explicó Omar De Felippe.
La estrategia del entrenador fue sencilla. Contar los pro y las contras que implicaría para el jugador llegar a Tucumán. Entre las ventajas, claro, se encuentra la tranquilidad de vivir en una provincia. En lo deportivo, el entrenador tiene con qué seducir a los futbolistas. “Me dijo Omar que el club aspira a las copas internacionales, así que eso motiva, voy a tratar de ayudar al equipo desde donde me toque”, expresó el volante.
Sin embargo, “ODF” no fue el único que habló con Pereyra. “También conversé un poco con Marcelo Ortiz, al que conocía de Rosario. Me habló muy bien del club, yo necesitaba ir a un lugar donde sentirme protagonista y creo que aquí ese protagonismo me lo dará el entrenador”, dijo Pereyra tras el entrenamiento de ayer.
Con el siguiente partido tan cerca (el lunes con Vélez), el jugador posiblemente no esté convocado, ya que viene de una larga inactividad. La última vez que jugó oficialmente fue el 11 de abril, en el 1-1 de Famalicao y Sporting Lisboa. Fueron sólo seis minutos para el rosarino. Luego, su préstamo con el club portugués finalizó y, al no tener lugar en Rosario, comenzó con las negociaciones con Atlético.
“Hace más de un mes comenzamos las charlas, así que vi todos los partidos a pesar de que no sabía si se iba a dar. Los triunfos nos darán un envión y será más fácil acoplarme al equipo”, agregó el jugador, ya sintiéndose parte del proyecto.
El ritmo futbolístico con el que llega el jugador es lo que más preocupa a los hinchas y fundamentalmente al cuerpo técnico. “Venía entrenándome solo, me falta el roce con mis compañeros y el timming con la pelota. Estos primeros días serán claves para eso”, apuntó el volante, que puede jugar como doble cinco o ser volante por las bandas.
De todas formas, hay un lugar en el que el ex Central se siente más cómodo. “Mi posición natural está en el medio, al lado de otro cinco, ahí es donde puedo ayudar más al equipo. Me quiero poner a punto ya para desde la próxima fecha poder competir con mis compañeros por un lugar en el equipo titular”, advirtió Joaquín.
En 2017, Pereyra estuvo cerca de Atlético, pero no porque podría haber sido refuerzo. Fue porque el volante durante enero disputó el Sudamericano Juvenil sub 20 y la noche de “la hazaña de Quito” le prestó la camiseta N°18 a Rodrigo Aliendro.
“Ahora quiero que le vaya bien al equipo, ayudaré para eso, sin dudas que si a mí me va bien, al club también”, señaló. El recién llegado no tuvo tiempo de mantener una charla profunda con el entrenador. “Hablé un poco sobre el viaje y las negociaciones. Este fin de semana seguro podremos hablar de lo deportivo, yo trataré de aportar mi juego, darle intensidad y cuidar la pelota”, cerró el último refuerzo de Atlético.