Resulta llamativo entre tantas obras de repavimentación que hace el municipio, sobre todo en calles que no parecen imprescindibles, como Av. Mate de Luna entre el 2.300 y 4.500, se descuiden tantas calles en estado deplorable. También se hacen reparaciones sueltas en varios lugares y está bien. Pero por una cuestión básica del caos que provocan debieran planificarse para 15 días máximo y no dos meses como demoran. Un día trabajan. Otro no. Solo días hábiles. Medio turno. Y así. Pero más llama la atención que el municipio debiera tener un “director de bacheo”. Con un teléfono para recibir reclamos y un camión con asfalto, que lo tiene, pero se ve poco. Y salir como los bomberos cada día. La ciudad está detonada de baches. Y el plan de reparaciones “ visibles” se termina después de las elecciones. Estos eternos baches reparados le darán más votos. Y que son de un costo muy bajo para el municipio. Pero bien hechos. No tirando asfalto desde el camión y que lo aplasten los autos. Mantener una ciudad bacheada es algo que será muy elogiado. Solo a modo de ejemplo en Av América al 1800 hay un terreno lunar con varios baches mortales. Para motos y vehículos. Y en Francia y Soldati. O Av. Papa Francisco, acceso principal de turistas al renovado centro, da pena ver el estado del pavimento. Pero hay centenares. Que ni se los considere es no entender una buena gestión. Un director de bacheo, dedicado sólo a eso, aunque parezca gracioso, sería uno de los trabajos más elogiados de una gestión municipal. Y además factible.
Daniel Mas
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