Un grupo de ex empleados de la Mutualidad Provincial denunció al legislador Daniel Deiana por amenazas de muerte, extorsión y lesiones a la salud mental. A través de un comunicado, ex empleados plantearon la demanda “con el patrocinio de los letrados Emilio Mrad y Juan Andrés Robles.

Se presentaron dos denuncias penales en la Unidad Fiscal de Decisión Temprana en contra del legislador Deiana. “La primera de ellas corresponde a Juan Carlos Romero, trabajador de la Mutualidad Provincial que luego de 25 años de servicio tuvo que renunciar por miedo a que gente enviada por Deiana, lastime a sus hijos”, explicaron en el escrito.

“En Septiembre de 2010, un tipo que dijo ser primo de Deiana se presentó en la sucursal de la Mutualidad de calle Pellegrini 880, donde Romero había sido trasladado sin causa, para decirle que Deiana quería que renuncie -expusieron en la acusación-. Lo visitó varias veces con el mismo propósito, en una de ellas mostrándole un arma le dijo que había estado en la cárcel, mientras le contaba que había estado siguiendo a sus hijos, que conocía sus horarios y a que colegio iban. Le dijo fíjate que vas a hacer porque tus hijos corren peligro”, se agrega.

“Luego de eso Romero llamó a Deiana y le dijo que con motivo de sus amenazas, iba a renunciar. Deiana citó a Romero en una escribanía y le dio 10 cheques de $ 5.000 cada uno. Eso representaba el 20% de lo que le correspondía de indemnización a Romero. El convenio de cese laboral tiene fecha Noviembre 2010”, detallaron.

asasas

La segunda de las denuncias corresponde a Silvia Noemí Arancibia y Mariela Toledo Ibáñez, ambas trabajadoras de la Mutualidad. Toledo Ibañez, además se desempeñaba como Delegada Gremial, según explicaron.

“Con motivo de las persecuciones laborales, la vulneración de los derechos de los trabajadores con suspensiones y reducción de sueldos injustificados, y la obstaculización de los derechos sindicales, se generaron innumerables situaciones de reclamos de los trabajadores de la Mutualidad, donde fueron acompañadas tanto por Arancibia como por Toledo Ibañez”, denunciaron.

“Deiana suspendía sin causa a quienes participaban de las asambleas. A Arancibia y Toledo Ibañez les puso colaboradores para que las siguieran hasta el baño. Cuando iban periodistas a cubrir las denuncias, esos colaboradores se ponían a la par de las denunciantes para coaccionarlas y amedrentarlas”, afirmaron.

“En junio de 2006, Toledo Ibañez estuvo privada ilegítimamente de su libertad durante más de dos horas en una oficina de la Mutualidad. Luego de años de maltrato, Deiana les impidió el ingreso a su lugar de trabajo a Arancibia y Toledo Ibañez, siendo sacadas a la fuerza por un efectivo policial”, remarcaron.

“Cada vez que manifestaban por su situación, las denunciantes sufrían las visitas de Barras Bravas mandados por Deiana. En una ocasión les tiraron una bomba casera, terminando internadas ambas: Arancibia por una herida en la pierna y Toledo Ibañez por un pico de estrés”, precisaron.

“Con su conducta, Deiana no solo privó de su trabajo a los compañeros denunciantes, sino que también comprometió su salud mental con su constante hostigamiento amparado en su situación de poder. Paranoia, temor constante, trastorno de estrés postraumático, son algunas de las secuelas que les dejo a los trabajadores el accionar de Deiana”, inisistieron.

“Quienes sufrimos en carne propia el infierno de ser perseguidos, esperamos que la justicia este a altura de las circunstancias y que Deiana pague todo el daño que les hizo a Romero, Arancibia y Toledo Ibañez”, dijeron en el documento que lleva las firmas de Celia Rocha, Juan Carlos Romero, Enriqueta Papa, Osvaldo Ibarra, Mariela Toledo, Hortencia Molina, Patricia del Valle Giolitto y Cristina Cegada, entre otros.