La muerte de cuatro mujeres que permanecían detenidas en la Brigada Femenina de Concepción enrostra a los tucumanos una vez más un grave problema que permanece irresuelto desde hace años: la crisis carcelaria. En nuestro diario, cada un par de meses, aparecen crónicas que dan cuenta de esta realidad: Tucumán es una provincia en la que no hay lugar suficiente para encerrar a quienes están en conflicto con la ley.
El agravante es que muchos de los sitios que se destinan para el alojamiento de detenidos no solo están abarrotados sino que no cumplen con las condiciones adecuadas para rehabilitar a los ciudadanos que delinquen o que se sospecha que lo hacen.
De acuerdo con los especialistas, en esta cuestión se mezclan asuntos delicados como los esfuerzos oficiales insuficientes; la demora en la concreción de las obras prometidas; el amplio número de policías que deben ocuparse de los detenidos; falencias en las políticas públicas, dificultades para el funcionamiento del servicio de justicia y el respeto de los derechos humanos básicos.
El conflicto es abordado por los distintos poderes del Estado, pero no se avizora un cambio profundo en la situación. De hecho, desde 2016 está en vigencia una acordada de la Corte Suprema que prohíbe que los procesados estén detenidos en las comisarías, pero no se cumple. Desde ese año la provincia se encuentra también en Emergencia Carcelaria.
En esta oportunidad, una de las jóvenes fallecidas habría comenzado una protesta porque pretendía ser trasladada a la cárcel y esto derivó en un incendio. Dos de las víctimas fatales eran de San Miguel de Tucumán, pero habrían sido derivadas a esa dependencia del sur provincial por falta de espacio. De acuerdo confirmaron fuentes judiciales a LA GACETA, en la cárcel de mujeres ya no hay disponibilidad de lugar.
Lo mismo sucedería en las seccionales de la capital. Actualmente, hay más de 1.100 detenidos alojados en las distintas comisarías. La capacidad, sin embargo, es de 400. Las unidades carcelarias, que tienen la capacidad prevista para 1.300 personas, están superadas en más de un 20%. Esta es la fotografía que grafican los números hasta esta semana, pero la variación y el aumento es prácticamente constante.
Este episodio se suma a la amarga seguidilla. Entre el año pasado y este se produjeron múltiples hechos relacionados con la superpoblación y la escasez. Entre los más resonantes, estuvieron el motín en la cárcel de Concepción (marzo de 2020); la fuga de cuatro hombres de la comisaría de Los Aguirre (enero de 2021); el escape de dos sujetos por el techo de la comisaría 4° (marzo de 2021); un violento intento de fuga en la comisaría de Yerba Buena (junio de 2021); la evasión de cuatro detenidos de la seccional 11ª (junio de 2021) y la fuga de seis detenidos peligrosos de la seccional 5ª (julio de 2021), entre otros. Como respuesta, las autoridades informan que está en proyecto la construcción de una cárcel en Benjamín Paz y de un local en Las Talitas, sin que se sepa cuándo se concretarán.
La realidad del sistema carcelario estalla ante los rostros de las autoridades y de los ciudadanos cada cierto tiempo y queda plasmada en estas páginas. Una realidad que incluye motines, grescas, fugas y, lamentablemente, más muertes. Desde hace al menos una década que la situación no da para más ¿Cuánto tiempo más seguirá así? ¿Cuántas muertes más?