“La gente no es tonta en absoluto”, declaró ayer el ex presidente francés Nicolas Sarkozy al criticar la condena a un año de prisión decretada el jueves por la Justicia por la financiación ilegal de su campaña para las elecciones de 2012 en donde no logró ser reelecto.
El ex jefe de Estado (2007-2012), que anunció que apelará el fallo, firmó ejemplares de su último libro “Promenades” (Paseos), en una librería del oeste de París, donde unos 200 simpatizantes le dieron su apoyo.
El jueves, tras su condena, denunció una “injusticia” en las redes sociales y prometió que iría “hasta el final” para “continuar con este combate, tan necesario, por la verdad y por la justicia”.
Al ser consultado sobre el primer ministro, Jean Castex, que le manifestó su “amistad” y “afecto”, siempre “a título personal”, Sarkozy declaró: “Me alegra mucho, no me sorprende viniendo de él, soy muy sensible (a sus palabras), he recibido miles y miles” de mensajes de apoyo.
“¿También de parte del actual presidente francés, Emmanuel Macron?”, le preguntó un periodista. “Pregúntenle a él, no soy yo el que lo tiene que decir”, respondió el dirigente conservador.
Sarkozy, de 66 años, se convirtió en marzo en el primer ex presidente de la Quinta República (régimen iniciado en 1958) en ser sentenciado a prisión firme (un año) por corrupción y tráfico de influencias en otro caso. Su defensa también apeló ese fallo.
La condena del jueves se produjo en el llamado caso Bygmalion, que se sumergió en las cuentas de la campaña de la presidencial de 2012, que el entonces mandatario perdió contra el socialista François Hollande. (Télam)