La erupción polimorfa es comúnmente llamada alergia al sol y, según la jefa del servicio de Dermatología del hospital Avellaneda, Silvia Molina, tiene generalmente una causa genética. Esta se puede presentar de manera leve o moderada dependiendo de la carga genética del paciente.
Estudios internacionales señalan que este mal afecta al 20% de la población.
En este sentido, la especialista dijo que los síntomas van a variar; puede producirse un enrojecimiento, picazón, dolor, descamación y se pueden formar ampollas. Por ello, como profesional especializada, aseguró que la foto-educación para toda la población, no sólo a quienes sufren esta patología, sino a la sociedad en general, es de suma importancia.
¨Hay personas que tienen de forma hereditaria esta problemática, por lo que deben tener un diagnóstico preciso para usar la protección adecuada ̈, explicó la dermatóloga. Para realizarlo de manera correcta, la misma se hace mediante una biopsia de la erupción lumínica polimórfica y, en base a esto, el profesional idóneo en el tema indicará el tratamiento y advertirá cuáles son los fármacos que son foto-sensibilizantes que deben evitar.
Independientemente de eso, la doctora dijo que también hay personas que toman medicamentos que provocan una foto sensibilidad muy marcada y, ante la exposición solar, hacen una reacción alérgica, por lo que también deben consultar con un especialista.
Respecto al tratamiento y cuidado que una persona debe tener, Molina explicó que la piel tiene memoria inmunológica, por lo que hay que evitar las quemaduras graves que provoquen ampollas. ¨Son factores que pueden provocar cáncer de piel, sobre todo en pacientes que tienen fototipos cutáneos tipo 1 y 2, es decir piel clara¨.
Por último, la referente ofreció recomendaciones para la población e indicó: evitar exponerse al sol en horas pico, usar protección solar mayor a 30 adecuado a la piel de cada persona y de la edad de los pacientes y, ante cualquier reacción o lesión sospechosa, acudir a un dermatólogo.