La Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que la cepa ómicron tiene una capacidad de propagación mayor a delta y certificó, a través de un documento emitido ayer, que ésta variante ya fue diagnosticada en 63 países del mundo.
“Con las pruebas limitadas con las que contamos, parece que la ómicron tiene una ventaja cualitativa sobre la delta. Se propaga más rápidamente que la variante delta en Sudáfrica, donde la circulación de la delta era baja, pero también parece propagarse más rápido que la variante delta en otros países en los que la incidencia de la delta es alta, como en Reino Unido”, explica el texto.
Sin embargo, la OMS advierte de que este rápido crecimiento en países con altas tasas de inmunización “puede deberse a la evasión inmune, a una mayor transmisibilidad intrínseca o a una combinación de ambas”. “Sigue sin haber certezas”, ha subrayado. En cualquier caso, la variante ómicron “probablemente superará por ritmo a la variante delta donde haya transmisión comunitaria”.
En las conclusiones preliminares de los casos estudiados en Sudáfrica, la OMS precisó también que los contagios “apuntan a que es menos grave que la delta y todos los casos registrados en Europa son de síntomas leves o asintomáticos”.
Sin cobertura sanitaria
Dos estudios complementarios publicado OMS y el Banco Mundial revelan que la pandemia acabará paralizando dos décadas de avances hacia el logro de la cobertura sanitaria universal y está empujando ahora mismo a 500 millones de personas a la pobreza o a la pobreza extrema al tener que costearse los servicios sanitarios de sus propios bolsillos.
“La pandemia ha detonado la peor crisis económica desde la crisis del 29 y ha terminado por arrastrar a millones de personas hacia la ruina mientras la saturación de enfermos por coronavirus ha provocado un incremento de muertes por tuberculosis y malaria”, detallan los documentos .
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró que “no hay tiempo que perder” e instó a todos los gobiernos del mundo a que “reanuden de inmediato y aceleren sus esfuerzos para garantizar que sus ciudadanos puedan acceder al sistema, sin temor a consecuencias financieras”.
Un aumento del gasto público en salud y apoyo social, así como un mayor hincapié en los sistemas de atención primaria de salud son algunas de las medidas propuestas por el director general de la OMS, mientras el director global de Salud, Nutrición y Población, Juan Pablo Uribe, lamentó que la crisis del coronavirus ha llegado en un momento en que “casi 1.000 millones de personas gastaban más del 10 por ciento de su presupuesto familiar en salud”. “Esto no es aceptable, especialmente porque las personas más pobres son las más afectadas”, ha agregado Uribe antes de pronosticar que los gobiernos deberán tomar “difíciles decisiones dentro de un espacio fiscal restringido para proteger y aumentar sus presupuestos.
Ambas organizaciones lamentan la ausencia de medidas para facilitar el acceso a la cobertura sanitaria, en particular en las zonas rurales más pobres del planeta, los más propensos a la difusión de enfermedades.