Dos “mecheras” fueron condenadas por cometer hurtos. Sin embargo, no irán a la cárcel por tratarse de delitos menores. Además, los atenuantes beneficiaron su situación.
El 20 de diciembre, según la acusación formulada por el auxiliar fiscal Ricardo Ybáñez, de la Fiscalía de Flagrancias. María Gabriela Britos y Karen Tamara Soria ingresaron a una casa de venta de artículos deportivos ubicada en peatonal Muñecas al 200 y se dirigieron hacia una de las góndolas donde se exhibían zapatillas. Mientras se hacían pasar por clientes, y aprovechando la aglomeración de gente que había en el comercio, tomaron al menos cuatro pares de calzados que ocultaron dentro de un caja que colocaron bajo el coche de un bebé.
El espacio estaba preparado con un revestimiento para burlar los detectores de alarma de la entrada. Un guardia de seguridad que descubrió “la jugada” demoró a las mujeres mientras sus compañeros llamaban a las policías de la Dirección de la Guardia Urbana que patrulla por esa zona.
El personal policial requisó a las sospechosas y constató el robo. Las mujeres no se resistieron al arresto.
Otro hecho
Según explicó Ybáñez, una de las acusadas había participado en otro hurto perpetrado con la misma modalidad.
El 19 de mayo, según la acusación, Britos ingresó a un supermercado de avenida Juan B. Justo (altura 1.100) y pasaje 1° de Mayo. Allí la acusada, junto con otra mujer, fueron hasta el área de perfumería y habrían intentado robar varios elementos de estética y fragancias que ocultaron entre sus prendas.
El caso fue descubierto por una clienta que declaró en contra de Britos y de su socia, y que señaló que las descubrió ocultando las cosas en un rincón del súper.
Según declaró esa mujer, las acusadas la amenazaron con la intención de amedrentarla. Se leyeron algunos fragmentos de su declaración.
“Yo gano más haciendo esto que cualquier otro trabajando”, le habrían increpado las "mecherass a la cliente. Britos y Soria, en la audiencia abrieron los ojos desconcertadas al escuchar la frase que se les atribuía.
La testigo señaló que le había llamado la atención ver que las mujeres llevaban un carro cargado con perfumes y que sacó su celular porque sospechó algo extraño. “Te voy a romper el celular si me sacás una foto o si me filmás”, le habrían dicho a la cliente.
Juicio abreviado
Ambas mujeres ya habían accedido a una probation para evitar ser condenadas por otros hurtos. Esta vez solicitaron resolver el caso mediante un juicio abreviado.
En el caso de Britos, se le computaban ambos delitos mencionados para esta sentencia.
En la audiencia no hubo representantes de las víctimas, pero, según explicó el auxiliar fiscal, los damnificados prestaban conformidad con el acuerdo al que habían arribado el ministerio Público Fiscal con el defensor Ramiro Escobedo. el juez Facundo Maggio dio lugar a la propuesta.
A ambas acusadas les jugó a favor el atenuante de ser madres de niños muy pequeños. Por ello, con base en el Derecho Superior del Niño y al estar ante un delito de pena máxima de dos años, Soria fue condenada a 30 días de domiciliaria, y Britos a 7 meses de prisión condicional. Ambas tienen prohibido acercarse al súper y al local donde intentaron robar.