En esta fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, San Pedro de Colalao se viste de luz para encender los corazones de cada peregrino. Esta será una celebración muy especial, distinta a todas las demás. Se cumplen 40 años de la construcción de la Gruta, reflejo de aquella que la propia Virgen María había escogido en 1858 para comunicarse con el Pueblo de Dios, en Francia. Mañana, 11 de febrero, Día de Nuestra Señora de Lourdes, se cumplen también los 65 años de la elevación a arquidiócesis a la diócesis de Tucumán, que celebra este año su 125º aniversario. Y como un regalo del cielo, hoy, por primera vez en un santuario tucumano, se realizará la ordenación sacerdotal de un joven oriundo de estas tierras, de Trancas.Dados los grandes acontecimientos de este año, el Grupo Lourdes se abocó a la restauración de las dos imágenes más importantes de la festividad: la antigua, traída de Francia en el 1900, por los primeros sacerdotes lourdistas, y que sale en procesión todos los años desde la parroquia de San Pedro de Colalao. Y la grande, ubicada en la gruta misma del santuario, y que fue donada a través del padre Point, superior de los Misioneros de la Inmaculada Concepción de Lourdes, de Francia.Por todo ello, los festejos de Lourdes tienen este año un brillo especial, bajo el lema “Vaya a decir a los sacerdotes …”,


EL LEMA: “Vaya a decir a los sacerdotes …”

• En la 13° aparición a Bernardita, la Virgen le pide “vaya a decir a los sacerdotes que se venga en procesión y se construya una capilla”.

CONSAGRACIÓN A MARÍA

• Mañana, Día de la Virgen de Lourdes, por primera vez se realizará el signo de la Luz con las antorchas y la consagración a María.

TODOS PODRÁN CONFESARSE

• Como los dos años anteriores, estará presente el padre Lucas Salcedo cuyo ministerio se centra en la confesión.

ORDENACIÓN SACERDOTAL

• Hoy a las 20, en la Gruta, se oficiará por primera vez una misa de ordenación sacerdotal. Concluirá con un signo de la luz. 

Luego de 24 años la escenificación de El mensaje de Lourdes lucirá totalmente remozada con una iluminación de última generación a cargo de Sergio Palma. La dirección general estará a cargo de Graciela Weiss y la asistencia de dirección de

NUEVA ILUMINACIÓN Y DETALLES NOVEDOSOS

Después de 24 años, la obra El Mensaje de Lourdes ha sido renovada con efectos de iluminación de última generación. Nuevos personajes se suman a la obra, en especial a la escena del mercado. El pueblo de Lourdes de 1858 cobra vida de una manera más real, con detalles que sorprenderán al espectador de años anteriores. Si bien la obra se mantiene en esencia como una historia de la salvación, donde se inserta el Mensaje de Lourdes, esta vez algunos pasajes toman

Gustavo Sánchez. El libreto fue escrito por Silvia Elías de Pérez.

La pandemia ha impuesto nuevos hábitos. Se sostendrá un protocolo con burbujas. Los peregrinos se ubicarán en grupos, como les indicarán y guiarán los “servidores”, perfectamente identificados. También se les tomará la temperatura al ingresar al predio y todos deberán permanecer durante todas las celebraciones con el barbijo puesto, a pesar de que la totalidad de los actos se realizarán al aire libre y con la distancia reglamentaria. Habrá en las inmediaciones una ambulancia con personal del Siprosa atento a cualquier malestar o consulta que deseen realizar.

La escena del mercado contendrá más detalles, que sorprenderá a quienes la vieron años anteriores. El acento de esta fiesta está puesto en la reconciliación y en el signo de la luz. Las antorchas se encenderán para representar el compromiso de cada peregrino de ser luz del mundo para su familia y para la sociedad. Cada jornada tiene su celebración principal. Esta noche la gruta se revestirá de los ritos sagrados para la consagración del actual diácono de la gruta, Maximiliano Bacas. Mañana, día de la Virgen, todos los gestos se unirán en la conversión y la reconciliación con Dios. La fiesta continuará hasta el domingo en un encuentro gozoso de la Madre con sus hijos. más preponderancia. Una primera sorpresa se observa al principio, en el Génesis, y la otra en el momento de la Anunciación de María, con una actriz ubicada en la parte superior de la montaña. Las luces juegan un papel fundamental para lograr el clima.

En la recreación del pueblo de 1858 hay que prestar mucha atención a los diálogos de los vecinos, que van explicando lo que ocurre en cada una de las 18 apariciones de la Santísima Virgen a Bernardita Soubirous. La obra concluye con el Apocalipsis, visto como parte de la historia de la Salvación, con gran despliegue actoral en la Jesuralén celestial y la aparición de la Virgen triunfante.