Alejandra del Castillo -  Ni una menos

“La lucha es clave para avanzar”

Alejandra Del Castillo, del colectivo Ni Una Menos, manifestó su postura y dejó en claro que al hablar de los violadores: “no se trata de animales, no es algo instintivo ni inconsciente, son varones que de manera deliberada deciden atacar sexualmente a una mujer”. Y remarcó que los varones que cometen este tipo de delitos estudian, trabajan y son personas comunes que caminan entre la sociedad y tienen su vida. “Nada puede justificar un hecho de estas características”, afirmó.

Del Castillo sostuvo que tanto el Estado como el régimen social en el que vivimos tienen responsabilidad. “Porque es allí donde se transmite que las mujeres podemos ser objetos de los hombres, somos socialmente relegadas. Esos conceptos se transmiten desde la educación”, manifestó. Explicó que las violaciones y los femicidios constituyen la expresión más brutal de las violencias que sufren las mujeres.

“Estamos hablando de un problema social. Muchos casos no se llegan a denunciar, las estadísticas dicen que aproximadamente el 12% de las violaciones se denuncian y de esas que se denuncian solamente una llega a condena”, detalló.

También manifestó su preocupación al expresar: “tenemos abusadores que son figuras del poder político que no son castigados. Llevan el mensaje de que no pasa nada si abusás de una mujer. La descomposición social viene de la mano de la descomposición de las instituciones del Estado. No garantizan justicia, garantizan impunidad a los violentos y los abusadores. No hay ninguna voluntad ni intención de cambiar este funcionamiento”, reclamó.

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“La lucha avanza en la conquista de derechos formales y en la visibilización de la situación. Hay que dar una lucha junto a nuestros compañeros varones para que no se transformen en un brazo ejecutor de esta opresión que viene de arriba. Esta lucha hay que darla desde la organización y el debate permanente. Eso permitirá que se corte esta violencia”, sostuvo.

Adriana Guerrero - CLADEM

“Es la cultura patriarcal”

“Los violadores son hijos sanos del patriarcado. Decir que son enfermos, que tienen alguna patología, que son monstruos o bestias es una idea que tranquiliza a la sociedad, prefieren colocarlos en esos lugares porque si no tenemos que hacernos cargo de la responsabilidad que como sociedad nos cabe”, apuntó Adriana Guerrero, de Cladem.

Al mismo tiempo, explicó que esta problemática está ligada no solo con la impunidad judicial, sino que hay una sociedad que normaliza, naturaliza, oculta y niega esta realidad. “Nuestras palabras serán silenciadas y las acciones del otro serán justificadas. Esa es la cultura patriarcal”, afirmó.

“Los abusadores son hijos sanos del patriarcado, producto de esta cultura que habilita la posibilidad de que los hombres tengan acceso al cuerpo de las mujeres para violentarlas”, advirtió. Sin embargo, Guerrero consideró que hubo un gran avance en materia de debate y conquista de derechos. “Ahora estamos hablándolo, se conocen estas situaciones y tienen un gran repudio social. Hace 30 años atrás esto no era posible: los delitos sexuales han sido eternamente silenciados, callados y ocultados, hay toda una cultura patriarcal que esconde, invisibiliza, justifica y que nos niega a las mujeres la posibilidad de justicia porque no nos creen”, dijo.

El camino de salida, según Guerrero, es la transformación cultural: “donde las voces de las mujeres y niñas no sea deslegitimizadas”. “Hay una deuda enorme del Estado en Educación Sexual Integral con perspectiva de Derechos Humanos. Necesitamos estadísticas y políticas públicas que muestren que estas conductas son disvaliosas. No creo que el punitivismo sea la solución, llenar la cárcel de violadores no es la solución, es llegar tarde. Por supuesto que deben ser sancionados, ese debe ser un mensaje clarísimo para la sociedad: que la ley y el Estado no va a permitir tocar el cuerpo de una niña y de una mujer sin su consentimiento”, remarcó.

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Yanina Muñoz - MuMALÁ

“Una problemática social y cultural”

En MuMaLá sostienen que las situaciones de violación grupal tienen que ver con nociones que se aprenden de la masculinidad hegemónica. “Es con aquellos mandatos que hacen a la dominación. Es una problemática social, porque es cultural, son conductas aprendidas, son varones hétero criados en una sociedad que es machista y la cuestión de trasfondo es la construcción del patriarcado”, explicó Yanina Muñoz.

Siguiendo a Rita Segato, sostienen que la masculinidad sirve para demostrar, mediante esos actos, la dominación. “No tiene que ver con una cuestión de placer, son conscientes de lo que están haciendo y lo llevan adelante justamente para poder mostrarles a sus pares este someter y esa dominación con las mujeres”, manifestó Muñoz.

En la organización sostienen que hacen falta políticas que aporten a deconstruir todos estos mandatos, para poder trasformar la realidad: “en primer lugar tiene que haber una política de abordaje del agresor. Pero también resulta indispensable un espacio donde los varones realmente se responsabilicen de todas estas violencias aprendidas, y puedan desandar y desaprender aquella masculinidad hegemónica”.

Además, aportaron que resulta necesario crear espacios que no sólo tengan que ver con la condena, el control y el punitivismo si no fomentar lugares donde los varones puedan incorporar estas reflexiones en un nuevo comportamiento. “Es el desafío más grande que tenemos como sociedad”, afirmó Muñoz; y agregó: “es fundamental la implementación de la ESI y la Ley Micaela y que se amplíe a otros ámbitos, hay que ser creativos a la hora de proponer estos espacios”.

Finalmente, expresó que no es una realidad aislada y afecta a todas las mujeres sin distinción de clases sociales. “Ponemos el eje en repudiar y exigir justicia y reparación de las víctimas, pero también pedimos el compromiso del Estado”, dijo.

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Natalia Spedaleti - Oficina de Violencia Doméstica

“Un delito que atemoriza”

La abogada Natalia Spedaleti, de la Oficina de Violencia Doméstica del Poder Judicial, explicó a LA GACETA que no reciben muchas denuncias puntuales sobre abuso sexual en sí mismo. “Sí es un delito que se detecta en la mayoría de los relatos de violencia doméstica y que aún las propias víctimas lo tienen invisibilizado. Las violaciones se dan en las relaciones de pareja e incluso ex parejas, que acosan posteriormente a la finalización de la relación”, detalló.

La OVD recibe denuncias de violencia en el ámbito doméstico, por lo que el agresor está dentro de su círculo íntimo y generalmente la persona que realiza la denuncia es la madre respecto de sus hijos agredidos. “No obstante recibimos denuncias de abusos en la infancia de vieja data, es decir, mujeres adultas que ahora se animan a denunciar, puesto que entendemos que la OVD brinda otro tipo de espacio más amable para las mujeres que deben desnudar su intimidad en ese punto”, manifestó Spedaleti.

Además, explicó que todas las denuncias van acompañadas del pedido de medidas cautelares. “En este sentido, las Unidades Fiscales de Delitos contra la Integridad Sexual evalúan nuestro legajo, el pedido de la víctima de la medida cautelar solicitada y son estas unidades las que resuelven otorgarlas o no e instar la investigación penal”, indicó.

La Oficina de Violencia Doméstica trabaja de manera articulada con instituciones como el Equipo de asistencia a la víctima de delitos del MPF y el Observatorio de la Mujer.

“Sin dudas es un delito que avergüenza y atemoriza a las víctimas. Cuando del relato se detecta las violaciones reiteradas durante la relación, en la mayoría de los casos no desean instar la acción penal, no así cuando puntualmente vienen a denunciar eso, pero el delito en su mayoría sucedió mucho tiempo atrás”. comentó la abogada.

ATAQUE EN PALERMO

Violación grupal: el caso punto por punto

- El lunes 28 de marzo, seis hombres fueron sorprendidos cuando, a plena luz del día, violaban a una joven dentro de un auto en Palermo.

- La víctima fue hospitalizada y recibió el alta al otro día.

- Gracias las cámaras de seguridad se pudo observar el accionar de los acusados. Uno de ellos fue filmando raptando a la víctima.

- A dos días del ataque, la joven pudo dar testimonio.

- Los acusados se negaron a declarar.

- Podrían caberles una pena de entre 8 y 20 años de prisión.

- Uno de ellos ya había abusado de una joven de 14 años.

- Algunos se autoproclamaban aliados feministas.

- Los abogados defensores pidieron la excarcelación de los acusados.

- Una testigo fue amenazada y pidió restricción perimetral y consigna policial.

- El juez solicitó que se les realicen pericias de ADN.

- Uno de los detenidos era militante K y fue expulsado del espacio político.

- Patricia Bullrich acusó a la ministra Elizabeth Gómez Alcorta de justificar al violador.