NOVELA
PARAÍSO
ABDULRAZAK GURNAH
(Muchnik - Barcelona)
Los libros de Gurnah están estrechamente ligados a Zanzíbar, su isla natal de extraordinaria belleza. Por este motivo no ha de llamarnos la atención que se titule Paraíso. Sin embargo, considero que el autor se sirve de la ironía, porque justamente ese paraíso fue centro esclavista del mundo árabe, entre otras cosas. Es una novela histórica publicada en 1994 y nominada al Booker Prize y al Premio Costa Book (Whitbread Book).
Paraíso expone lo bello y monstruoso que esconde la humanidad. Yusuf, el protagonista, es un niño swahili que tiene extraños sueños, y que será vendido por su padre a causa de deudas contraídas, a los doce años. Él cree que este comerciante es su tío Aziz.
El pequeño emprenderá el primer viaje de su vida, en tren, y durante el trayecto tendrá una premonición. Al llegar conoce a Khalid, otro chiquito esclavo; cuida de la tienda del supuesto tío, del huerto amurallado, y de un campo verde con cuatro arroyos. En el jardín, su lugar favorito, amores secretos consumen a los protagonistas. Observa y espía a la mujer del amo, se desvela por la criada, y en el aire se filtran cuentos del mundo ajeno: la Primera Guerra Mundial y África del este en crisis. En la novela aparecen los europeos, indios y alemanes en roles nefastos y el autor se vale de elementos narrativos del Corán que nos acercan al detrás de esta novela: desafiar los discursos maniqueos construidos por el colonialismo.
En Paraíso se mencionan también los tipos de esclavitud: la que practicaron los árabes, la que realizaron los africanos, la que sufre Amina, confinada y obligada a un matrimonio forzado. La de Yusuf.
Las visiones del futuro aterrador, llevarán al niño a elegir su camino. Nuevamente Gurnah nos alerta sobre una realidad que, a pesar de los años, no termina.
© LA GACETA
Mónica Cazón
Paraíso *
Por Abdulrazak Gurnah
El año en que abandonó su casa fue también el año en que la carcoma infestó los postes del pórtico de atrás. Su padre aporreaba con furia los postes cada vez que pasaba por su lado, para que de esa forma supiesen que estaba al corriente del juego que se traían entre manos. La carcoma dejaba regueros en las vigas, que poco a poco se asemejaban a aquella tierra revuelta que señalaba los túneles de los animales en el lecho de un arroyo seco. Cuando Yusuf los golpeaba, los postes sonaban a blando y hueco, y diminutas y granulosas esporas de putrefacción se desprendían de ellos. Si refunfuñaba pidiendo comida, su madre le decía que se comiese los gusanos.
-Tengo hambre -se quejaba, una letanía que nadie le había enseñado y que recitaba con creciente malhumor a medida que pasaban los años.
-Cómete la carcoma -le sugería la madre, para luego, ante la exagerada expresión de congoja y repugnancia del muchacho, echarse a reír.
- Anda, atibórrate tanto como quieras y cuando te apetezca. No seré yo quien te lo impida.
Para mostrarle lo patética que era su broma, él suspiraba como si estuviera hastiado del mundo, de una manera que llevaba tiempo ensayando. A veces comían huesos, que su madre ponía a hervir para preparar una sopa ligera bajo cuya superficie grasosa acechaban trozos de médula esponjosa. En el peor de los casos, sólo había guisado de quingombó, pero por mucha hambre que tuviese, Yusuf era incapaz de tragarse aquella salsa viscosa.
Su tío Aziz también los visitaba en aquella época.
* Fragmento.
Perfil
Abdulrazak Gurnah nació en Zanzíbar, hoy Tanzania, en 1948. Reside en Inglaterra desde 1968, exiliado por la persecución a ciudadanos de origen árabe en su país. Obtuvo un doctorado en la Universidad de Kent, donde luego fue profesor hasta su jubilación. Los discursos asociados al colonialismo y la crisis de los refugiados son dos de los principales temas de su obra. Sus novelas Paraíso y En la orilla fueron finalistas del premio Booker. Es miembro de la Royal Society of Literature desde 2006. El presidente del comité que le entregó el Nobel afirmó que Gurnah “ha incursionado sistemáticamente y con gran compasión en los efectos del colonialismo en África Oriental y sus consecuencias en la vida de las personas desarraigadas y emigrantes”.