El matrimonio tailandés Ekachai y Laksana Tiranarat se besó durante 58 horas, 35 minutos y 58 segundos y logró ingresar al Libro Guiness de los Records por el beso más largo de la historia. 

Este histórico hecho sucedió en 2013 y el dato interesante es que Ekachai y Laksana Tiranarat superaron la marca obtenida dos años antes cuando se besaron durante 46 horas, 24 minutos y 9 segundos.

El reciente triunfo de la pareja se dio durante un concurso en Tailandia que tenía una serie de reglas que los competidores debían cumplir: no deben despegar nunca sus labios, permanecer despiertos y de pie. Tienen permitido ir al baño, pero siempre acompañados -o pegados- al consorte, y bajo la atenta mirada del abnegado juez. Un dato para nada romántico. 

Debe acotarse -dato a tener en cuenta- que los rigurosos organizadores del concurso sólo admiten a parejas casadas o que "puedan probar que están en una relación seria", lo cual resulta un poco más brumoso de corroborar.

Los ganadores se llevaron el equivalente a US$3.300, dos anillos de diamantes, y un título mundial que no está en discusión, porque el Guinness no tiene, por el momento, abierta la convocatoria para nuevos retadores que se animen a ese flagelo amoroso.

Lo curioso del beso tailandés casi eterno es la prohibición tácita de las manifestaciones de afecto en público que aún rige en una sociedad budista y conservadora como la tailandesa, que hasta penaliza los besos en la sus paradisíacas playas, salvo que sean turistas.