Micaela Noemí Colque, de 25 años, fue imputada el año pasado por la muerte de su hija de dos años, Francesca; quien falleció luego de permanecer encerrada por 48 horas sin ser alimentada. Colque será juzgada el próximo 28 de abril por los jueces de la Sala II del Tribunal de Juicio de Salta.

El crimen fue descubierto el 22 de junio del año pasado, cuando la joven se acercó con la niña en brazos hasta un centro de salud del barrio San Francisco Solano. Francesca estaba completamente inconsciente. En el lugar, la mujer dijo que la nena se había ahogado mientras comía pero los médicos advirtieron que la menor presentaba una temperatura corporal baja y pese a los intentos por reanimarla no pudieron hacer nada para salvarla. Además, se encontraron con que la nena presentaba un estado lamentable y señales de violencia estaba desnutrida y deshidratada.

Colque había manifestado que su hija se había ahogado mientras comía yogur con galletitas, pero el estado físico de la criatura alertó a los profesionales.

“Escoriaciones y un cuadro de desnutrición y deshidratación”, fue lo que señalaba el informe de los peritos forenses, que corroboraron que la nena no se había ahogado, sino que su madre la había dejado morir de hambre.

Al ser indagada, Colque terminó confesando que había dejado a su hija encerrada y que, cuando regresó, la nena ya se encontraba con “dificultades para respirar”. Inmediatamente fue detenida y acusada de “abandono de persona seguido de muerte agravado por el vínculo”. Desde entonces, la mujer permanece en prisión preventiva.

Además, declaró que “no creía que fuera a morir” y que mintió a los médicos para que no piensen que era una “mala madre”.

“Resulta del accionar sistemático de la acusada quien dolosamente, durante tiempo prolongado, habría expuesto a su hija a una situación de desamparo, en un contexto de desnutrición y deshidratación”, dice la acusación del fiscal Gustavo Torres Rubelt.