Desde que por una columna afectada se cerró el tradicional bar ubicado en peatonal Mendoza y 25 de Mayo, esa zona no ha vuelto a ser la misma. De un tiempo a esta parte una de las cuadras más concurridas del microcentro tucumano se ha vuelto un poquito más silenciosa. Y por unos días, habrá más calma: la mayoría de los vecinos desocuparon sus hogares de forma preventiva.
La noticia fue confirmada por Federico Sánchez, administrador del edificio de esa esquina. “La decisión fue consensuada con la administración, los ingenieros y los propietarios. No es desalojo, de hecho los vecinos dejaron sus pertenencias hasta que terminen los trabajos”, explicó en dialogo con LA GACETA y agregó: “los ingenieros no querían tener ningún margen de error. Y esto sirve para la tranquilidad de todos”
Hay que recordar que el edificio tiene una antigüedad de aproximadamente medio siglo. “Tiene sus años, pero no tiene daños estructurales serios -resaltó-. La situación está controlada; no es de gran gravedad, y se espera que ya la semana que viene los vecinos puedan regresar”.
Lo correcto
Las obras empezaron hace algunos días y el objetivo es claro: restaurar la estructura que presenta degradación de sus materiales y daños en sus armaduras. Cercas de obra y andamios de por medio, los albañiles ya se encuentran trabajando para aumentar el grosor de la columna con una armadura adicional, con hierro adicional y un nuevo relleno de hormigón. Todo para lograr que la columna pueda soportar los pesos para los que fue construida y recibe.
“Nosotros hacemos un control de todos los permisos y los acuerdos que se van tomando entre el consorcio y los propietarios de Café 25 y del otro local (la joyería Big Ben). Lo que hay es una autorización para hacer el trabajo de resolución de la columna afectada, en base al estudio que realizó el ingeniero Raúl Benito (a cargo de la obra). Y se está haciendo lo previsto; lo de desocupar el sector en el que se va a trabajar es una situación normal, me parece prudente. Eso no implica que haya un riesgo inminente”, aseguró Pablo Lazarte, arquitecto y titular de la Dirección de Catastro y Edificación de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán
“Son 20 departamentos y la mayoría de los vecinos decidieron desalojar. Ha sido medio difícil el hecho de comunicarles que se tenían que ir, pero dando la tranquilidad de que se estaba trabajando bien, la gente lo entendió -indicó Sánchez-. Hemos caído en buenas manos; los dos ingenieros son excelentes. Y se ha tomado una decisión responsable”.
Justo a tiempo
Según lo planeado, las obras estarían listas antes de que termine este mes. “Es una parte estructural del edificio la que ha tenido una rotura significativa, pero no ha pasado a mayores porque se ha podido advertir una situación fortuita y se ha actuado. Se está haciendo todo lo que corresponde en estos casos”, advirtió Lazarte.
Sánchez indicó que en el edificio todavía hay vecinos que decidieron quedarse o que debieron hacerlo ante la imposibilidad de irse a otro domicilio durante los días dure la evacuación momentánea. Algunos vecinos fueron consultados por LA GACETA y se mostraron tranquilos y seguros sobre las obras y sobre quienes las llevan a cabo; están a la espera de la finalización para que todo pueda volver a la normalidad.