La guerra entre Rusia y Ucrania, iniciada a partir de la invasión del primero a territorio del segundo, cumple hoy seis meses, pese a que muchos la predecían como un conflicto breve y fulgurante.
En ese contexto, el ministro de Defensa de Rusia, Serguei Shoigu, dijo que la operación militar especial en Ucrania marcha de acuerdo con el plan.
Los combates y los bombardeos continúan sin pausa en el este y sur de Ucrania, donde Rusia controla ya parcial o totalmente cinco provincias ucranianas, territorios que dio señales de querer conservar.
En el Día de la Independencia de Ucrania, que coincide con los seis meses desde que empezaron los combates, el ministro Shoigu dijo que el Ejército de Rusia estaba abocado a un trabajo sistemático en los territorios liberados para establecer una vida pacífica.
Rusia intervinó militarmente en Ucrania el 24 de febrero pasado luego de que Estados Unidos rechazara exigencias de renunciar a planes de incorporar a la OTAN a la ex república soviética
El ministro devolvió a Ucrania acusaciones de crímenes de guerra que el Gobierno ucraniano ha formulado contra Rusia por bombardeos rusos a objetivos civiles que han dejado cientos de muertos.
"Las unidades militares ucranianas están utilizando tácticas de tierra arrasada, violando flagrantemente las normas internacionales y actuando como terroristas", dijo, y agregó que usan a la población como escudo humano.
Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero pasado luego de que Estados Unidos rechazara exigencias de renunciar a planes de incorporar a la OTAN a la ex república soviética, algo que Moscú ve como una amenaza existencial.
Rusia acusa a Ucrania de haber violado acuerdos de fines de 2014 para poner fin a las hostilidades, que fueron firmados en Minsk
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha dicho que uno de los objetivos centrales de la intervención es proteger a ucranianos rusoparlantes que se sienten amenazados desde el derrocamiento violento de un Gobierno que promovía las relaciones con Rusia, en 2014.
Según la ONU, más de 14.000 personas habían muerto entre 2014 y este año, antes del inicio de la nueva fase conflicto el 24 de febrero, en combates entre el Ejército y separatistas ucranianos rusoparlantes alzados en armas que controlan territorios en la región del este de Ucrania conocida como Donbass.
Rusia acusa a Ucrania de haber violado acuerdos de fines de 2014 para poner fin a las hostilidades, que fueron firmados en Minsk, la capital de Bielorrusia.
Shoigu dijo que, dado que Ucrania se negó a cumplir con los acuerdos de Minsk, había "una amenaza real" para los residentes del Donbass, por lo que era "necesaria" la "operación militar especial" en Ucrania.
Asimismo, el ministro de Defensa ruso aseguró que la desaceleración de las acciones sobre el terreno ucraniano es una decisión "consciente", ya que "se hace deliberadamente para evitar bajas civiles".
"Hoy se ha desatado una dura guerra de sanciones e información contra Rusia. El conflicto en Ucrania se ha convertido en un pretexto más", dijo Shoigu.
"El objetivo de Estados Unidos y sus cómplices es el agotamiento estratégico de Rusia para eliminar la competencia y advertir a otros estados que persiguen una política exterior independiente", agregó.