Un taxista que circulaba por el microcentro con su automóvil Fiat Uno registró más de dos gramos de alcohol en sangre, de acuerdo al test de alcoholemia que le realizaron los agentes de la Dirección de Tránsito de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán.
El hecho ocurrió pasadas las 17 de hoy. Según el informe oficial, el taxi circulaba por 25 de Mayo al 100, cuando inspectores Clara Pereyra y Juan Paliza advierten que el conductor venía bamboleante. "Hacen sonar sus silbatos y le indican que se detenga. El conductor no advierte las señales y termina haciendo una mala maniobra hasta quedar detenido sobre la vereda de la esquina sur este de la plaza Independencia", señala el reporte.
Siempre de acuerdo al informe, Pereyra y Paliza solicitan la colaboración de otros agentes, a raíz de los cual acude personal motorista y una grúa.
Añaden en el reporte que el chófer se niega en ese momento a realizarse el test de alcoholemia, por lo que el personal, siguiendo la normativa, lo considera con alcoholemia positiva y remite el taxi al corralón.
"Luego, el chófer (va) al corralón; se pone violento hasta que se lo persuade a que se realice el test, el cual resulta con una graduación de 2,282 gramos de alcohol en sangre, con lo que se corrobora el estado de inconsciencia psíquica en la que estaba conduciendo", señala el texto.
La licencia del chofer fue retenida, y se lo inhabilitará a conducir por un período de dos años.
"Vamos a continuar con estos operativos, salvando vidas; vamos a sacar de circulación a quienes manejan en estado de ebriedad", dijo el subdirector de Tránsito de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, Enrique Romero.
El funcionario precisó que en los controles de alcoholemia que se realizados el viernes, ayer y hoy se detectaron 52 resultados positivas. Añadió que quienes beben no deben conducir. "(De se modo, además) se evita el sano colateral que puedan sufrir terceros que nada tienen que ver con la irresponsabilidad de quienes manejan ebrios", puntualizó.