Fue una situación de extrema violencia y las cámaras de los celulares estaban ahí para retratarlo: una verdadera batalla campal se produjo en el bar “Mr. James” de la ciudad de Aguilares, ubicado en el barrio Centro, sobre calle Remedios de Escalada al 800.
Las fuertes imágenes de la pelea se viralizaron rápidamente a través de las redes sociales, donde decenas de usuarios y vecinos del lugar manifestaron su repudio y denunciaron que no es la primera vez que suceden este tipo de acontecimientos en ese local.
En el video se observa el violento accionar de un grupo de hombres que, semejante a una batalla campal, terminan por destruir el establecimiento arrojando por el aire sillas, mesas, barriles de cerveza y otros elementos que ocasionaron heridas leves en los presentes.
Según las autoridades policiales locales "el dueño – Emmanuel Pozyvilko- habría manifestado que no deseaba radicar denuncia alguna. Además ningún damnificado se presentó en sede policial para denunciar".
El inicio del conflicto
En comunicación con LA GACETA, Pozyvilko relató que los disturbios comenzaron a las 00:45 por una situación que se generó a raíz de una discusión entre un grupo de personas mayores de edad.
“En una mesa había unos chicos y chicas sentados desde temprano, aproximadamente desde las 20:30. Luego, dos parejas de hombres y mujeres mayores de edad, de aproximadamente 40 años, se quisieron juntar con esa gente, o sea compartir la mesa. Les dijeron que sí, pero al parecer las otras amigas comenzaron a insultarse y eso desató que uno de los chicos, que ya estaba alcoholizado, la agreda verbalmente a una de las mujeres que estaba en una postura violenta”, detalló el dueño del local. Además, aclaró que algunos de los involucrados son oriundos de la ciudad de Concepción.
Si bien Pozyvilko no radicó una denuncia en contra de los responsables, sí aclaro que dejó una constancia en la comisaria por lo sucedido. “No hubo heridos de gravedad ni pérdidas materiales, uno que otro destrozo pero mínimos como vasos y sillas”.
En cuanto a las quejas de los vecinos, el dueño de Mr. James comentó que hace tiempo hay fricciones con respecto al local, ya que antes era un patio cervecero, luego un drugstore y ahora un bar/pub. “Los vecinos lo tienen como un boliche, pero es un bar. No tenemos ninguna denuncia del Municipio hacia nosotros por falta de seguridad, tenemos todo en regla para poder trabajar”, dijo.
Además, aclaró que era un tema que “ya estaba hablado con la persona que representa a los vecinos. Acordamos sólo abrir sábados hasta las 4 am y domingos hasta la 1 am. Los viernes no porque ellos al otro día trabajan, era un acuerdo de palabra entre las partes involucradas. No es que nosotros abrimos y no nos importaba nada”, explicó.
Sin embargo, ante la presión del barrio por obtener una respuesta, Pozyvilko contó que desde el Municipio dieron la baja del local, lo que implica “la perdida de trabajo de 30 personas. Nos hicieron cerrar y este fin de semana no podré abrir. Es necesario tener diálogo para llegar a un consenso con la Municipalidad y los vecinos que sea conveniente para ambas partes”, finalizó.
Las quejas de los vecinos
Por su parte, Paula Corbalán manifestó que desde la Municipalidad la única respuesta que obtuvieron fue la colocación de fajas de clausura del local, pero ninguna autoridad se comunicó con ellos para avanzar en la solución del conflicto.
En su cuenta de Facebook, la joven publicó un texto tras el disturbio ocasionado el último fin de semana. “Ruido de gritos, golpes en la pared (lo sentimos nosotros que vivimos a la par y soportamos cada fin de semana los disturbios), gente que sale corriendo ensangrentada, peleas y disturbios en la calle, los patovicas del lugar salen a enfrentar a los que estaban generando problemas, autos y motos estacionados en cualquier lugar, gente alcoholizada manejando, motos en contramano”, comenzó relatando.
Y continuó: “No hay derecho de tener que soportar esto, de vernos alterados en la calma de nuestro hogar, un desorden total en un lugar que es residencial. Tener que soportar el desmadre que arman algunos inadaptados y que es fomentado por este local Mr. James. Queremos saber dónde están nuestras autoridades”, escribió apelando a la responsabilidad de la intendente Elia Mansilla, el director de Comercio “Cacho” Gordillo y el IPLA.
“No queremos acondicionamiento del local para ruidos molestos, exigimos que se vayan de acá, que este local deje de funcionar en nuestra zona de residencia. No vamos a tolerar esto ni una vez más”, cerró en el texto que publicó acompañado de los videos que retrataban el momento de violencia.