Los usuarios de energía eléctrica y agua y cloacas de Lules estamos indefensos ante la falta de cumplimiento de las empresas que faltan a sus obligaciones día a día. El suministro de energía eléctrica, que resulta caro y deficiente, está lejos de satisfacer la demanda de la población. Cortes no programados, quema de equipos caseros (televisores, aire acondicionados, heladeras, ventiladores, entre otros) son una constante. Ni que hablar de la pérdida de mercadería como carnes y alimentos elaborados para la venta que poseen muchos comerciantes. Con respecto al agua todavía existen en Lules tendido de caños con asbestos, que se hallan prohibidos desde hace años, las cloacas revientan en las calles, hay pérdida de agua potable en muchos lugares y las bombas para extracción de agua subterránea están literalmente semiabandonadas y no conocemos si se cloran de acuerdo a las normas. De las tres plantas de tratamiento de líquidos cloacales, dos se hallan abandonadas y la tercera funciona a media máquina. ¿Ante esta situación, no podrían intervenir de oficio Defensa del Consumidor de la provincia o la Defensoría del pueblo?     O porque no la Secretaría de Derechos humanos ya que el acceso al agua, cloacas y a la energía son derechos humanos también. ¿De última y ante la protesta en toda la provincia por los pésimos servicios no amerita ya la intervención del Poder Ejecutivo provincial para llevar seguridad a la población?

Juan A. González                                                                

San Juan 158                                                                

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