En medio del mundial Rusia 2018, luego de la derrota ante Croacia, se cristaliza un conflicto cuando el plantel le pone los puntos a Sampaoli y el DT cede a los reclamos. Se tituló, en aquel momento, de “concesión nacional” a la pérdida del poder. ¿“Todos tiran del mismo lado”, al ver que el técnico no aportaba soluciones a los momentos de crisis? El “chiqui”, en este cuadro, el hombre que se “hizo desde abajo” como barrendero, gran armador de alianzas para llegar a la presidencia, entraba en crisis. ¿Razones? El principal activo de la AFA, los futbolistas de la selección, se venía abajo. Junto a la pandemia, en poco tiempo, el poder se desintegraba y era clavado “fin de mandato” antes de terminar su periodo (2020-2025). Tapia, a pesar de su negación, en el frente interno, “paró” la pelota cuando las autoridades lo requirieron y repartió los planes ATP para “pagar parte de los salarios de los empleados de los clubes”. Buscó alternativas. Un técnico, Lionel Scaloni, extraído de la “galera” del fracasado último mundial (Rusia 2018) y de la crisis de poder, en AFA, entre el tándem Tapia, Angelici, Raed y Tinelli y que muchos intentaron desestabilizar pidiendo otros entrenadores. Va armar, sin “proyecto”, un equipo entre rémoras de los “amigos” de Messi e ilustres desconocidos, coordinados por Menotti, el verdadero operador intelectual de la movida, mientras bramaba la transición entre la extinta Superliga- de los acuerdos con Fox y Turner- y la Liga Profesional de Fútbol. Dejó afuera a futbolistas que para muchos entrenadores parecían intocables y tuvo la virtud de acertar en la elección de algunos buenos jugadores sin grandes méritos que su no popularidad. No era el canal de otrora, que garantiza millones de la mano de Lionel Messi. Había que agrupar un seleccionado cuando se paraliza el fútbol y no se encontraba una fórmula para ponerlo, nuevamente, en funcionamiento. La “lucha” por el seleccionado tuvo sus capítulos previos. Tinelli, en aquel momento, era la esperanza para rejuvenecer y profesionalizar ciertas áreas. Messi sólo confiaba en él al tanto que había intervenido en su designación. La mercadotecnia y la imagen que movilizan el producto, era lo que ofrecía Tinelli frente a la ferretería y el packaging de Grondona, pertenecientes a la era paleozoica. Se necesitaba otro concepto de gestión al estilo Premier League o la Liga Española, sus jugadas y estrellas, son la base de un gran aparato de promoción nacional e internacional. El “proyecto” Scaloni fue “salvado” por un precario acuerdo con Tinelli, el presidente de River y el “Chiqui’’. (Grondonismo residual). Argentina era campeón de América, en medio de los efectos desintegradores de la pandemia, dando paso a un “rejuvenecido” Tapia. La crisis de la industria capitalista del fútbol, de clubes y seleccionados, colonizados, por el gran capital, agravada por la pandemia, transformó al fútbol en un incómodo corsé para su desarrollo.

Pedro Pablo Verasaluse

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