Sin darnos cuenta ya pasó el Mundial de fútbol y fuimos ¡Campeones! Pasó la Navidad, nos gastamos todo y tanto en época de crisis, que el regalito del Niño Dios y la cena de Nochebuena fueron muy escasos; un regalito, una sidra, un poquito de clericó, unos sanguchitos de “morta” y salchichón, una pata muslo, unos raspafósforos, una corta sobremesa y a dormir. Y como Dios es tucumano, llovió toda la noche, para que nos quedemos en casa y no salgamos a molestar a los vecinos; aunque en mi barrio no duerme nadie, ponen los poderosos parlantes a todo volumen. De todas las personas que tuvieron que trabajar, mientras nosotros celebrábamos, están un grupo de voluntarios jóvenes del Hospital Padilla que con sacrificio y solidaridad organizaron, como hace ya varios años, una Nochebuena feliz para los internados y sus cuidadores. ¡Muy bien 10, muchachos! Así también se hace Patria. ¡Salud, amor y paz para ustedes y todos los que a las 12 de la noche están cumpliendo con su deber! ¡Venturoso Año 2023!

Francisco Amable Díaz

Pedro G. Sal 1.180- B° 20 de Junio

San Miguel de Tucumán