Rusia disparó decenas de misiles contra Ucrania a primera hora de ayer, apuntando a la capital, Kiev, a Leópolis y Odesa, en el oeste, y a otras ciudades, en uno de sus mayores bombardeos aéreos, que hizo que la gente corriera a refugiarse y dejó sin electricidad a la población.
“Barbarie sin sentido. Estas son las únicas palabras que me vienen a la mente al ver que Rusia lanza otra andanada de misiles contra ciudades ucranianas pacíficas antes de Año Nuevo”, tuiteó el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba.
El Ejército ucraniano dijo haber derribado 54 de los 69 misiles lanzados por Rusia en una andanada que comenzó a las 7 de la mañana, hora local. Las sirenas antiaéreas sonaron en toda Ucrania y en Kiev estuvieron activas durante cinco horas, una de las alarmas más largas de la guerra.
Las autoridades habían dicho antes que se dispararon más de 120 misiles contra Ucrania durante el ataque.
En Kiev, imágenes de agencias internacionales de noticias mostraron a un equipo de trabajadores de emergencias examinando los restos humeantes de viviendas destruidas por una explosión, mientras las estelas de humo de los misiles permanecían en el cielo de la capital.
En Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, los bomberos trabajaron para extinguir un gran incendio en una estación eléctrica. En Zaporiyia, en el centro sur, varias casas resultaron dañadas y un misil dejó un enorme cráter. (Reuters)