A Alejandro Claudio Muñoz, jefe de seguridad del boliche Le Brique, se le quebró la voz a la hora de hablar de la brutalidad del ataque a Fernando Báez Sosa: "Nunca vi nada igual. Hace 20 años que laburo de esto y jamás vi una cosa así. Una saña brutal. Veía patadas, patadas y patadas".
Al ver un video en el que sacan a los rugbiers por la cocina del boliche, Muñoez insistió en la figura de Thomsen.
"Ávila y Gómez (compañeros suyos) me dijeron que él (Thomsen) era el que más había peleado con Fernando", agregó. Y señaló al de rodete como "el que le pegó la patada con la que Fernando no se levantó más".
Y ahondó: "Me marcan a Thomsen, uno de los que se estaba peleando. Cuando lo voy a agarrar para sujetarlo me hizo tanta fuerza que no pude solo y me ayudó un compañero. Lo sacaron y se fue con los otros hacia la esquina", relató.
Contó también que a Fernando "lo sacaron tranquilo", pero aclaró que él se dedicó a "sacar a los otros chicos que estaban más alterados".
"Me concentré más en él (por Thomsen) porque era el que más alterado estaba. Yo soy grande y ni así lo pude contener", agregó.
Sobre el momento de la pelea, indicó: "Veo que todos los chicos, los rugbiers, vienen corriendo y se van turnando. Algunos cubrían a los amigos y otros iban a pegarle a Fernando. En un momento, Fernando se quiso levantar y uno de los chicos de pelito largo y rodete le pegó una patada. Eran patadas y patadas. Fernando no se levantó nunca más y le seguían pegando", relató.