El Senado aprobó ayer por unanimidad la Ley de Promoción de la Formación y del Desarrollo de la Enfermería, una noticia muy esperada por quienes se dedican -o quieren dedicarse en un futuro- a esa tarea. Y también representa un reconocimiento a los trabajadores del sector luego del esfuerzo demostrado, primero durante la pandemia del coronavirus, y en la actualidad, frente a la epidemia de dengue que atraviesan varias provincias.
En la justificación de este proyecto se señala que el 70% de la atención que recibe un paciente en el sistema de salud es llevada adelante por un enfermero o enfermera, por lo que se considera que esta normativa es un paso importante para tener más y mejores enfermeros en Argentina.
Esta nueva ley, se destacó además, va a permitir que se sostengan las becas Progresar para que los enfermeros tengan el derecho a capacitarse de manera continua, para que puedan hacer cursos de posgrado y para alentar a que se pasen de un terciario a una licenciatura universitaria de manera práctica.
Es que en nuestro país hay 270.000 enfermeros, de los cuales 70.000 son auxiliares, 125.000 son técnicos y solo 41.000 son universitarios. Tenemos 37 enfermeros por cada 100.000 habitantes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se necesitan alrededor de 23 médicos, enfermeras y parteras cada 10.000 habitantes para brindar servicios esenciales de salud a la población.
Aún después de la pandemia del coronavirus, que llegó a paralizar al país y al mundo entero, Argentina todavía mantiene deudas con el sector de la salud. No solo en lo que respecta a los enfermeros, sino también en cuanto a los médicos. En el caso de Tucumán, los profesionales nucleados en el Sindicato de Trabajadores Autoconvocados de la Salud llevan meses protagonizando protestas y paros intermitentes en reclamo de salarios dignos y de mejores condiciones en los centros sanitarios.
Mientras la provincia vive la peor epidemia de dengue de la historia, como la calificó el propio ministro de Salud, los médicos se ven obligados a realizar medidas de fuerza y denunciaron que el sistema de salud “no está preparado para resistir la ola de contagios”.
Si bien hace pocos días se ha resuelto la negociación salarial para el personal de la Salud, en este contexto de guardias abarrotadas por pacientes febriles, un sector de los médicos viene reclamando que en muchos casos perciben sueldos inferiores a la canasta básica y que la solicitud principal del gremio es pactar un salario acorde a la inflación. En sus protestas reiteran que los aplausos de la gente fue el único reconocimiento que recibieron durante la pandemia, la cual ha sido especialmente dura: “Fue un azote contra la fuerza de trabajo en salud”, dijo hace pocos días el decano de Medicina, que señaló que se ha perdido una legión completa de egresados.
Así las cosas, parece evidente que el Estado sigue en deuda con los trabajadores de la salud. La aprobación de la Ley de Enfermería fue un paso importante en este sentido, pero todavía quedan aristas por atender.