Ha resultado sumamente interesante y auspicioso observar las recientes declaraciones y discursos pronunciados por el Subsecretario de Recursos de Hidrocarburos de la Nación, por un lado, y lo expresado por el presidente de Los Balcanes SA, por otro lado, en el sentido de que, al comenzar esta zafra 2023 todos se manifestaron positivamente para llevar la mezcla del bioetanol con naftas al 15% (Tucumán y parte del país lo tuvieron entre 1978-89 o sea más de 40 años). Este asunto fue planteado muchas veces desde que apareció la Ley 26.093 de Biocombustibles pero sin éxito. Hace poco, cuando la Legislatura organizó un magnífico Foro de Energía el 05/09/2022, se volvió a exponer con claridad por qué la mezcla debía ser del 15% con alcohol anhidro. Ello obedecía a dos razones. 1) La existencia de la Resolución 689/2022 de la Secretaría de Energía donde en los Anexos 2 y 4 sobre “calidad del bioetanol” admite que el nivel del “oxígeno en las naftas en surtidor” sea del 4.5 % peso con hasta 15 % etanol. Así está todo dicho y nada de oxigenantes artificiales. El etanol solo puede dar ese oxígeno necesario. Es tanto para naftas grado 2 (super) o 3 (premium). Lamentablemente cuando se aprobó la Ley 27.640 se fijó 12 % en mezcla con el peligro que faculta a bajar al 9 %. 2) durante el Foro mencionado hicimos conocer a Tucumán el “Diagrama de Dispersión”, enviado por colegas brasileños para usar el Alcohol Hidratado en las mezclas. ¿Por qué? Pues allí se demuestra que a partir del 15 % no hay separación de fases de ese alcohol con el agua y así la mezcla puede llegar sin problemas a E- 85 como quieren hacer en Córdoba y lo hace Brasil con 27% desde hace años. O sea usar ambos tipos de alcohol. Esto facilita el trabajo de las destilerías. Por ello es necesario modificar urgente la Ley 27.640 y adecuar la Resolución citada que diga “más de 15% etanol”. Con esto se dará un impulso formidable a la actividad sucroalcoholera.

Franco A. Fogliata 

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