Ayer fue el Día del trabajador del Estado y por lo tanto, feriado para las múltiples reparticiones que este despliega en el país. ¿Qué tiene de especial el trabajador del Estado para no sentirse incluido en el del 1º de Mayo, Día Mundial del Trabajador? Sin embargo se pliegan también a este. Total, la nación aguanta. ¡Y a qué costo! No sé si habrá otro lugar del mundo con igual cantidad de feriados. Lo que sí sé es que nunca llegaremos al estado de satisfacción que afecta a la industria, la investigación, el comercio, etcétera, si no suprimimos por lo menos el 50% de días inhábiles -más bien “perdidos”- durante el año por motivos pueriles o inocentones. Tal como los feriados llamados “puente”, o los cuatro días por el carnaval, la Semana Santa, etc. Juntar las diferentes profesiones o núcleos laborales tales como día del empleado de comercio, del bancario, del profesor, del metalúrgico, del cartero, etc. etc., para lograr un movimiento continuado de labor incesante en todas las áreas de labor en ciencia y técnica, que son la piedra angular del crecimiento y el éxito. Si no lo hacemos, seguiremos siendo un país mediocre “per secula seculorum”.
Darío Albornoz
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