Las entrevistas laborales pueden prestarse a diferentes situaciones. Los nervios y la ansiedad son moneda corriente al momento de enfrentar estas situaciones. Pero una empresa, a través de uno de sus jefes, se volvió viral por las condiciones irrisorias que impuso a un joven en una broma.
Para empezar, la explicó que existían, como en toda empresa, normas que cumplir “por religión, por política y demás”. El entrevistador comentó que si aceptaba esas condiciones, podían empezar un período de prueba.
La disparatada entrevista de trabajo
El joven, dispuesto a conseguir el puesto, se mostró atento y comprensivo. Mientras tanto, el supuesto jefe le enumeraba una lista de requerimientos disparatados. “No permitimos tatuajes. Si tenés, no hay problema, pero que no sean visibles”, comenzó con el más leve de los requerimientos.
Pero la extrañeza de la situación fue incrementando. Argumentando que el grupo de trabajo pertenecía a una religión, el entrevistador impuso nuevos puntos. “La música que suene en al radio o que suene en tus auriculares no puede ser cuarteto ni cumbia, nada que tenga una aberración al placer y al descontrol”. “Perfecto”, asintió el joven a todas las condiciones comentadas.
“Se cronometra el ingreso al baño”, continuó el bromista. “Tienen 27 segundos para orinar y tienen un minuto diez para defecar, está cronometrado par poder mejorar la producción de la empresa y que ustedes puedan cumplir los objetivos”, explicó.
Las extrañas condiciones sobre la comida
“Somos veganos”, le comentó el jefe al entrevistado. Por ello, sostuvo que la comida que él mismo llevara no podía provenir de animales. “No se puede comer carne, salvo algún pájaro de mal agüero. Eso sí puede estar autorizado porque proviene desde un lugar de desgracia”.
Por este comentario, el joven mostró que tenía un tatuaje pero podía cubrirlo. Ante la consulta de cuál era el dibujo del tatuaje, respondió que era un pájaro. “No es de mal agüero, ¿no?”, retrucó el entrevistador en una divertida ocurrencia. “No, no”, se justificó el muchacho.
Pero finalmente la broma terminó. Luego de que aceptara las ridículas condiciones, el hombre que grababa decidió confesar la treta y explicarle que, efectivamente, empezarían un período de prueba.
El video generó controversia. El público receptor se dividió entre los partidarios y los detractores. En tanto algunos se divirtieron y elogiaron la respuesta del entrevistado, otros se quejaron y criticaron que se jugara “con la necesidad de la gente”.