Luego de la trágica implosión del submarino Titán que se cobró la vida de las cinco personas que se habían embarcado en el viaje para visitar los restos del Titanic, la empresa OceanGate continúa promocionando nuevas expediciones para el 2024 por U$S250.000.
El Titan era un pequeño sumergible que la empresa OceanGate utilizaba para descender hacia el pecio del Titanic, a 3.800 kilómetros de profundidad en el Océano Atlántico. La nave inició su expedición, que preveía siete horas de duración, el domingo 18 de junio pero perdió la comunicación con el buque que la monitoreaba al poco tiempo de haber iniciado su descenso.
El submarino se reportó como desaparecido y la Guardia Costera de Estados Unidos inició un operativo de búsqueda contrarloj para encontrarlo debido a que a los pasajeros se les agotaría el oxígeno. Sin embargo, días después divisaron sus restos y confirmaron que el sumergible había sufrido una "implosión catastrófica" que provocó la muerte instantánea de los tripulantes.
Tragedia del submarino: cómo promociona OceanGates sus expediciones al Titanic para el 2024
Tras la tragedia, en la que murió el director general de la empresa y piloto del submarino Stockton Rush, planea expediciones para el 2024. El primero está programado entre el 12 y el 20 de junio, y el segundo entre el 21 y el 29 de junio. Su costo es de U$S250.000 e invita a sumergirse hacia las profundidades del Oceáno Atlántico para visitar las ruinas del buque que se hundió hace 111 años.
“Una oportunidad de salir de la vida cotidiana y descubrir algo verdaderamente extraordinario. Siga los pasos de Jacques Cousteau y conviértase en un explorador submarino, comenzando con una inmersión en los restos del naufragio del RMS Titanic”, señala la compañía al momento de promocionar los nuevos viajes.
Cómo fueron las últimas horas del submarino del Titanic
Christine Dawood, viuda y madre de dos de los pasajeros fallecidos en el Titan, Shahzada y Suleman, explicó que antes de la inmersión también hubo dos sesiones informativas donde les advirtieron de que el descenso se haría a oscuras para ahorrar batería y que, por eso, podrían observar criaturas bioluminiscentes en su descenso.
También se les especificó que, debido al frío que pudiera hacer en las profundidades marinas, concretamente a los 3.800 metros donde se encuentra el Titanic, lo mejor era que usaran medias gruesas y un gorro.
Con estas pautas, la tripulación comenzó el descenso el 18 de junio, a las ocho de la mañana, con una lista de canciones que los pasajeros se habían encargado de elegir previamente. Todo tipo de música menos country, puesto que el piloto odiaba este estilo musical, según contaron los familiares de la familia Dawood. Christine detalló, además, que su hijo levaba un cubo Rubik para no aburrirse durante el trayecto.