Desprecio es el que sufrió nuestra fecha patria más importante de parte de las autoridades nacionales, con el presidente Fernández a la cabeza. Él mismo debería haber encabezado, según lo establece la ley, los festejos de nuestro Día de la Independencia en suelo tucumano. Sin embargo estuvo participando, con la primera línea del Gobierno nacional, en una farsa de inauguración de una obra pública, en la provincia de Buenos Aires. Y decimos farsa porque se habilitaba, solamente, el primer tramo de un gasoducto de suma importancia para la problemática energética que padecemos. En definitiva, un acto político más de este gobierno, colocando por encima de todo sus exclusivos intereses y ambiciones personales. De más está aclarar que ningún acto de gobierno puede ser más importante que el festejo de un 9 de julio. Había 364 días más para inaugurar eso y cualquier otra obra, no justamente el día más caro a nuestra argentinidad. Pero hace rato que nuestros mandatarios, nacionales y provinciales, transformaron los símbolos y festejos patrios en liturgias partidarias. De hecho, el 25 de mayo es recordatorio de un ex presidente justicialista fallecido, antes que la celebración de nuestro primer grito de libertad;  y ese desprecio se hizo extensivo a todos los tucumanos, que recordamos con nostalgia (y por qué no dolor), el verdadero sentimiento de las fechas patrias de antaño. A diferencia del patetismo de los actos de los últimos años, que sólo consisten en movilizar el “aparato”, para impresionar a los visitantes y copar la concurrencia cívica, únicamente con simpatizantes partidarios. Es por ello que hacemos votos para que lo más rápidamente posible, quizás con el recambio del próximo gobierno nacional, esta ley sea derogada, para que nunca más una fecha patria y los tucumanos suframos la humillación de parte de ningún presidente, que piense que venir a Tucumán a festejar un 9 de julio es solamente un acto burocrático más.

Ricardo A. Rearte                                                              

Pasaje Díaz Velez 66 - Monteros