En su homilía durante el Tedeum del 9 de julio, el arzobispo de Tucumán hizo un firme cuestionamiento al clientelismo electoral y advirtió sobre la degradación que esto causa en la democracia. “Lamentablemente seguimos siendo cautivos de estas prácticas en nuestra sociedad y que fuimos testigos últimamente. Que no se naturalicen esta clase de opresiones”, dijo. Ahora fue la secretaria electoral federal la que llamó la atención sobre el tema y recordó que a principios de año hubo una reunión entre la Cámara Nacional Electoral y autoridades de los partidos políticos. “La Cámara citó a todos los partidos y emitió un discurso duro y férreo respecto del clientelismo. Hubo recomendaciones a todos los partidos políticos, se les dijo que se va a ser muy estricto cuando vean situaciones como reparto de bolsones, acarreo de personas o entrega de dinero”. Se trata de una advertencia muy seria con respecto a las alecciones, a un mes para las PASO.
El arzobispo recordó “el descrédito que tiene en nuestra sociedad la clase política. Hay algunos hermanos que cuestionan el sistema democrático, pero no debemos claudicar, es el marco y estilo de vida que hemos elegido tener” por ello, dijo, “necesitamos verdaderos pasos de conversión. Por eso es importante, para seguir defendiendo la democracia, educar en el auténtico civismo, en los verdaderos valores de la democracia como servicio al bien común, la recuperación de la ética social, la legalidad y la moral pública, para que el sistema democrático pueda defenderse de los males que hoy lo desprestigian”. En las recientes elecciones el clientelismo fue muy criticado. Incluso, uno de los candidatos dio cifras, mencionando en general a oficialistas y opositores, con “listados prometiendo $ 5.000 por voto sobre una estructura de capital e interior de 400.000 votantes”. También habló de “un combo de $ 10.000 que incluye voto más fiscalización o solamente $ 5.000 si es voto solo”. Con ello, llegó a la conclusión de que esto les costó a los tucumanos “más de $ 4.000 millones”. Sea esto correcto o no, lo cierto es que otro candidato llegó a decir que se canjeaba votos por droga e hizo la denuncia en la Justicia. Consultores políticos, por su parte, aseveraron que el acarreo de votantes, los sorteos entre electores por parte de un candidato y el pago de dinero a cambio de un voto mostraron que hay aceptación de esas “picardías” por parte de un sector de la ciudadanía, y advirtieron que detrás de esas travesuras hay una realidad compleja que se ve estimulada por necesidades insatisfechas en la sociedad.
¿Cómo se cambia esto? Los referentes de los grandes partidos dieron distintas opiniones pero bueno sería recordar que la misma Iglesia, según destacó el arzobispo, comprometió a la mayoría de los candidatos a gobernador en este sentido. Ellos firmaron con la Pastoral Social y la Mesa de diálogo un compromiso para intentar revertir flagelos que afectan a los tucumanos, “poniendo todo el empeño en salir de esta crisis y hacer más digna la vida de cada uno y de la sociedad”. Esos lineamientos “fundamentales e irrenunciables” sobre políticas públicas, según Sánchez, son la lucha contra la pobreza y la exclusión, contra la corrupción y la impunidad, contra el narcotráfico y la inseguridad, por el acceso de todos a la salud y al agua potable, a la educación integral y al trabajo digno. También comprende el cuidado del medio ambiente, la ética y la transparencia en la cosa pública; la austeridad en la gestión del Estado y el cambio en el sistema electoral” Este compromiso es un primer paso en busca del cambio. Emprender acciones en busca de estrategias para lograrlo es el segundo y fundamental paso, y se debe actuar en ese sentido cuanto antes.