Señales de la crisis de alimentación

01 Agosto 2023

La información de que un panadero de Concepción había dispuesto una mesa con bolsas con pan y tortillas que quedaron sin venderse para que la gente se las lleve puso en el tapete el aumento de la demanda de alimentos. Del mismo modo, la campaña del Banco de Alimentos para reducir el desperdicio de comida y garantizar que aquellos en situación de vulnerabilidad tengan acceso a una alimentación adecuada está contribuyendo a estimular la participación solidaria de la gente.

Ya en marzo pasado varias organizaciones habían dado a conocer su inquietud por la emergencia que observaban con respecto a la alimentación. “Los chicos que acuden a los merenderos son cada vez más. Llegan, tocan la puerta y piden lo básico: un plato de comida. Los niños golpean la puerta a las 11 o a las 12 de la noche para pedir un plato de comida. Es cada vez más crítica la situación”, dijo una referente de Alas Solidarias. En ese momento se había conocido un informe de Unicef que daba cuenta de que “dos de cada tres niñas y niños de Argentina son pobres por ingresos o están privados de derechos básicos”, y los referentes de las organizaciones solidarias en Tucumán corroboraban que esas cifras se replicaban en nuestra provincia, advirtiendo que había muchos datos que estaban fuera de registro, debido a que a los merenderos y comedores acuden personas de vecindarios vulnerables, sin servicios básicos. La misma base de microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec detallaba e mayo pasado que en la capital tucumana y alrededores se registró el mayor aumento de pobreza infantil (personas menores de 14 años), que llegaba al 60,2%. Este escenario corroboraba un informe de 2022 del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), daba cuenta de que el nivel de inseguridad alimentaria casi se había duplicado en una década. Además, cuando comenzó a implementarse el esquema de ayuda social a principios del 2020 el Gobierno destinó la Tarjeta Alimentar para 1,4 millones de beneficiarios y en 2022 la percibían 2,4 millones. En Tucumán son aproximadamente 120.000 familias. Con el agravamiento de la crisis, es de suponer que ha decaído tanto la cantidad de alimentos como el aporte nutricional que requieren las personas carenciadas.

En este contexto, la tarea individual del panadero de Concepción –que intenta entregar lo que sobra en su panadería de modo que no afecte la dignidad de quienes necesitan, mediante un cartel que dice “si necesitás, llevá”- y la campaña solidaria del Banco de Alimentos ponen de manifiesto la urgencia por buscar el modo de cambiar las cosas en este contexto de pobreza creciente e inflación galopante. En Concepción se informó que en los últimos meses ha crecido un 100% la demanda en los comedores municipales, sobre todo de adultos jubilados, y el Banco de Alimentos informó que desde 2022 aumentó un 10%.

Desde hace mucho tiempo es necesario un cambio radical en nuestro país y en Tucumán para salir de la pobreza estructural, pero las señales de la crisis deberían hacer advertir que urge acelerar las estrategias para aportar en lo inmediato. Visibilizar la cuestión marca un camino importante al respecto.

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