Exposición: pinturas de Silvia Albuixech que viven entre el deleite y el espanto

La artista inaugura una muestra en el Museo de la Ciudad. El cabello y sus distintas expresiones es el eje. Mirada sobre la mujer.

LA ARTISTA Y SU OBRA. Silvia Albuixech junto a uno de los trabajos sobre la mujer que expondrá desde esta noche. LA ARTISTA Y SU OBRA. Silvia Albuixech junto a uno de los trabajos sobre la mujer que expondrá desde esta noche.

Revuelto. Atado. Trenzado. Desatado. Pero también contenido. Pensativo. Libre. Femenino. Amordazado. El cabello dibuja sensaciones. Pensamientos. Dolor. Meditación. Las pinturas de Silvia Albuixech dan vida a “Identidad: Entre el deleite y el espanto”, la exposición que inaugurará hoy a las 20.30, en el Museo de la Ciudad, Salta 532. En la oportunidad, se referirá a las obras el escritor Fabián Soberón.

“En esta serie aparecen múltiples dualidades que se manifiestan en el cabello. La identidad es un disparador que me brinda cierta flexibilidad y elasticidad temática, que me permite destacar la parte existencial en la búsqueda de una identidad propia, la identidad en el siglo XXI; mis obras buscan vincular conceptos artísticos y humanistas junto a valores éticos y sociales que cambian en una dicotomía continua que reflejan mi lucha contra los obstáculos de autoestima que enfrenta la mujer como individuo, madre, esposa”, explica la artista visual.

Egresada de la Universidad Nacional de Tucumán, en 1982, se graduó de Licenciada en Artes en la Escuela de San Fernando de la Universidad Complutense de Madrid. Ha expuesto en forma individual y colectiva en el país, así como en Bulgaria, Rumania, México. En 2019, participó en el Art Shopping Salón Internacional de Arte Contemporáneo, Carrousel Du Louvre (París) y fue seleccionada para participar en la XV Biennial of Miniature Art, Cultural Centre Gornji Milanovac (Serbia 2020).  

“MEDUSA”. Otra creación de la artista visual. “MEDUSA”. Otra creación de la artista visual.

Sobre los trabajos que integran la muestra que se presentará, Andre Seleanu, crítico de arte (AICA) Montreal (Canadá), afirmó que la violencia de género es una actitud y acción arcaica universal, particularmente en Latinoamérica donde hay un problema de concientización del hombre en una sociedad de tendencias machistas que ve con ligereza, o bien perdona, la violencia contra la mujer.  

Búsqueda constante

El crítico señala que “Albuixech examina este tema a través de esta serie en la que aborda también, simultáneamente, el problema conexo del desplazamiento forzoso de origen económico, social y político causado por todo tipo de inestabilidad. Su obra tiene empatía, una sensación íntima de sufrimiento con el dolor de la violencia. En sus obras capta situaciones paradigmáticas y transforma temas que giran alrededor de una búsqueda constante hacia una madurez emocional y física con transformaciones superadoras sobrellevando obstáculos en su camino”.

En su opinión, en Albuixech hay una caligrafía atormentada, la mirada obsesiva, adolorida, pero sus pinturas tienen el talento de vincular musicalmente al expresar varias posturas con la velocidad del rasgo y del trazo, enlazados, de manera casi sinfónica. Su obra es, a la vez, atormentada y elegante. “La constante delicadeza de la pintura de Silvia Albuixech es un aspecto fundamental de la riqueza de una obra con múltiples significados”, sostiene Seleanu.  

“OLVIDADA”. Una de las obras que integra la muestra. “OLVIDADA”. Una de las obras que integra la muestra.

La artista tucumana afirma: “esta serie, me obliga a mirar de nuevo -y de otro modo- las imágenes recreadas de un mundo más ecléctico, revisando la jerarquía de nuestros valores, en particular al rol de la mujer, usando simultáneamente la abstracción y la figuración en un juego constante dentro de mis pinturas. Partiendo del espanto como desafío existencial, mis obras sugieren un mensaje superador de la identidad en este siglo, de libertad, de los sueños por realizarse, la visión de un mundo en el que podemos vencer a la represión moral, liberarnos de las mordazas históricas que todavía nos acompañan. Mi dialéctica entre deleite y espanto no sólo es denuncia, sino también una carta abierta de esperanza por una convivencia pacífica y humana”.

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