Alfaro vetó la ordenanza para la creación del Centro Municipal de Salud Animal

El intendente de San Miguel de Tucumán respondió al pedido de las agrupaciones animalistas que se oponían a la iniciativa por sus “consecuencias nocivas e irreparables”.

ARCHIVO ARCHIVO LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL
06 Octubre 2023

El intendente de la Capital, Germán Alfaro, vetó el proyecto de ordenanza del Concejo Deliberante que disponía la creación de un Centro Municipal de Salud Animal y Zoonosis por considerarlo “inadecuado e ineficiente”, en línea con lo planteado por organizaciones animalistas.

Mediante el decreto N° 5.678, el jefe municipal rechazó la iniciativa peronista, de la que también participaron ediles de Fuerza Republicana (FR). “Los albergues son vistos por la sociedad como depósito de animales y se supera ampliamente los ingresos diarios por sobre los egresos -adopciones-”, dice el documento.

Por tanto, añade que “aprobar el proyecto de ordenanza conlleva a un retroceso y a que se rememoren décadas de maltrato animal, con capturas de canes en la vía pública; acciones aberrantes e inadmisibles en el contexto actual”.

La iniciativa había sido aprobada en sesión parlamentaria el pasado 14 de septiembre y se trataba de un proyecto armado por la Comisión de Salud, de la que forman parte ediles opositores al gobierno municipal; de Unión por la Patria (UP) y de FR.

Además, el decreto firmado por Alfaro plantea que el proyecto contradice los valores y el trabajo del Centro de Adaptación y Reubicación Animal (Cenara), que considera a los animales seres “no humanos y sintientes”.

“Los caninos alojados en albergues muestran a corto plazo alteraciones conductuales como coprofagia, acicalamiento excesivo, movimientos estereotipados o repetitivos y en dichas circunstancias el bienestar del animal se encuentra comprometido”, consigna el decreto.

A su vez, menciona los “factores estresantes” que producirían en el animal sumado a la problemática por superpoblación canina y felina, que no se resolvería con la creación de este espacio.

“Separación social, exposición a un ambiente novedoso, ruidos excesivos, restricción física, alteraciones en su ciclo circadiano y, en líneas generales, pérdida de control. En los felinos, por las características propias del ambiente, estos factores se agravan aún más”, agrega el decreto.

Esta decisión va en línea con lo solicitado por ONG’s tucumanas y grupos de protección animal la semana pasada, que se mostraron “afectados y preocupados por las múltiples consecuencias nocivas e irreparables de la implementación y ejecución de las acciones propuestas”.

Con firma de la activista Paula Morón, la solicitud de veto presentada al intendente manifestaba que “dicho proyecto configura la legitimación de acciones en contra de los derechos animales, vulneración de la salud pública y en ataque a intereses difusos de la comunidad”.

Al contrario, plantearon la necesidad de considerar el abordaje efectivo de “un adecuado programa de castraciones masivas a ritmo de campaña”, que según experiencias en el resto del país, genera “resultados óptimos que lograron solucionar de forma ética, económica y definitiva la problemática de la superpoblación de perros y de gatos”.

Es por eso que los animalistas insisten en replicar el manejo de programas sistemáticos, sustentables e integrales orientados a la optimización y uso razonable del gasto público que logre la prevención y las soluciones definitivas”.

“En Argentina tenemos localidades que lograron avances concretos para solucionar esta problemática. Incluso se convirtieron en centros de referencia internacional, con una estrategia que significó un aporte de avanzada”, agrega la nota.

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