“El consultorio del Dr. Cooper” atiende hoy en El Cadillal

La sala de espera reúne a siete personas, cada una con sus trastornos, ante un médico que se demora.

ESPERA ETERNA. “El consultorio del Dr. Cooper” reúne a siete personajes. ESPERA ETERNA. “El consultorio del Dr. Cooper” reúne a siete personajes.

El teatro Armando Díaz de El Cadillal (frente al camping de Apunt, sobre ruta provincial 347) se transformará esta noche en una gran sala de espera. Desde las 21, el grupo teatral independiente Los Amigos presentará su creación colectiva “El consultorio del Dr. Cooper”, con la dirección de Lucas Lam y las actuaciones de Alberto Fortini, Pato Arrieta, Mara Farfán, Eva Díaz, Vanina Carbone, Facundo Acosta y Mónica Laméndula, quien además es la asistente de dirección.

“Nuestras funciones se realizan a sala llena y la gente sale muy contenta del teatro. Siento de corazón que cumplimos con creces nuestro objetivo de hacer reír y llevar un mensaje de esperanza para todas las personas que tienen algún obstáculo en el curso de su vida. Estamos en un momento en el que los espectadores buscan pasar un momento ameno y divertido; nosotros aprovechamos para dejar un mensaje referido a aspectos morales que dejen de lado el individualismo y proyecten la mirada hacia los demás. La obra es una comedia humorística muy divertida pero a la vez reflexiva que deja un mensaje hacia el final”, destaca Lam.

El planteo se centra en “personas comunes y corrientes, como cualquier de nosotros, y nos enseña que mirar al otro es una manera de resolver nuestras propias dificultades dentro de una propuesta divertida y desopilante”, señala para LA GACETA.

Los personajes recurren al doctor Cooper, una eminencia internacional que es buscado intensamente parar logra desbloquear los problemas de una persona en una sola sesión. “El espacio común de la sala de espera se presenta como un lugar en el que los personajes buscan romper el hielo, conocerse y pasar un tiempo hasta la llegada del médico que los tiene que atender, que está demorado. Si es que llega, la solución está en sus manos”, añade.

“Respecto a la posibilidad de hacer humor sobre los trastornos mentales, la idea es reconocer que todos tenemos algo que nos excluye del concepto de ‘normalidad’ que la sociedad intenta establecer. Reírnos un poco de nosotros mismos también nos hace más humanos y nos ayuda a adaptarnos al medio en el que nos desenvolvemos. Yo mismo tengo muchos trastornos; por ejemplo, tengo diagnostico de autismo desde hace tres años”, reconoce.

“Cada persona busca en su terapia algo que la mueva para estar en un estado mejor, todos de alguna manera necesitamos de un Cooper en nuestras vidas. Es una combinación entre buscar la solución y solo poder descargarse y hacer catarsis por sus propios problemas”, concluye.

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