Israel advierte que abandonen el norte de Gaza

Serán considerados cómplices de Hamas si no se desplazan al sur. Llegó la ayuda humanitaria: 20 camiones para dos millones de personas

EN CARPAS. Los palestinos que tuvieron que huir de sus casas en medio de los bombardeos israelíes ahora viven en un campamento de Naciones Unidas, luego del llamado de Israel para que abandonen el norte de Gaza. EN CARPAS. Los palestinos que tuvieron que huir de sus casas en medio de los bombardeos israelíes ahora viven en un campamento de Naciones Unidas, luego del llamado de Israel para que abandonen el norte de Gaza.
23 Octubre 2023

FRANJA DE GAZA.- El Ejército israelí advirtió a los habitantes de Gaza de que corren el riesgo de ser identificados como cómplices “de una organización terrorista” si no se desplazan hacia el sur, informaron los palestinos de la zona, cuando crece la preocupación por la situación humanitaria debido a la escasa ayuda a la que se permite entrar. Más de un millón de personas vivían en el norte de la Franja de Gaza y cientos de miles de ellos han ido hacia el sur para hacinarse en refugios temporales, pese a que los ataques aéreos y de artillería que golpean las zonas del sur a las que han huido.

Los primeros suministros limitados de ayuda llegaron el sábado, tras dos semanas de asedio total israelí, pero las agencias humanitarias siguen advirtiendo de una catástrofe, con los hospitales casi sin combustible para poder dar energía a las incubadoras y otros equipos críticos.

La ayuda que llegó en un primer convoy de 20 camiones comenzó a distribuirse ayer, pero no se sabe si un segundo convoy, más pequeño, llegaría a Gaza tras entrar por el paso fronterizo de Rafah, que se cerró de nuevo tras el ingreso de los camiones.

Los suministros incluyen comida enlatada, remedios, mantas, colchones y ataúdes.

No obstante, se teme que sean insuficiente para las necesidades de la superpoblada Franja.

Las fuerzas israelíes, que preparan un asalto terrestre, bombardean sin cesar la franja de 45 kilómetros, después de que militantes de Hamas atacaron aldeas israelíes el 7 de octubre, mataron a más de 1.400 personas y secuestraron unas 200 personas.

Unos 4.650 palestinos murieron en los bombardeos, según autoridades sanitarias del enclave, gobernado por Hamas, en un momento en que los ataques parecían intensificarse, con 266 personas muertas en 24 horas, entre ellas 117 niños.

“No queremos comida ni dinero. Queremos que termine esta guerra. Queremos que cese la muerte y el bombardeo ciego a civiles”, dijo Mohammad Maher, de 40 años, que huyó al sur desde la ciudad de Gaza, en el norte.

Dijo que es “patética” la cantidad de ayuda alimentaria que llegó y acusó a Israel y Estados Unidos de buscar la inanición de los palestinos. “Vergüenza debería darle al mundo”, dijo.

El mensaje a los residentes de Gaza se transmitió desde el sábado en panfletos lanzados desde el aire y marcados con el logoo militar israelí, y en mensajes telefónicos automatizados enviados a personas de todo el enclave.

“Quien decida no abandonar el norte de Gaza hacia el sur de río Habesor puede ser señalado cómplice de una organización terrorista”, decían los panfletos.

Aunque Israel ya había advertido a los palestinos de que se desplazaran al sur, no les había dicho antes que podrían ser identificados como simpatizantes de “terroristas” si no lo hacían.

En el campo de refugiados de Jabaliya, al norte del enclave, los ataques aéreos israelíes destruyeron dos mezquitas, de las 30 que, según las autoridades locales, los bombardeos han destrozado en dos semanas.

“La han destruido y han destruido el barrio que la rodea”, dijo un hombre junto a los escombros. Los riesgos eran intensos también en las zonas del sur a las que la gente ha huido.

Los suministros que llegaron hoy no incluirán combustible, que, según el ejército israelí, podría ser utilizado por Hamás, lo que significa que el menguante suministro eléctrico de Gaza podría agotarse.

Ashraf al-Qidra, portavoz del Ministerio de Salud de Gaza, dijo que había 130 recién nacidos en incubadoras eléctricas. En el Hospital al-Shifa, uno de los más grandes de Gaza, los tanques estaban casi al mínimo de combustible, dijo.

La agencia de Naciones Unidas para los palestinos, Unrwa, dijo que se quedaría sin combustible en tres días. “Sin combustible no habrá agua, ni funcionarán los hospitales ni las panaderías”, afirmó.

Las condiciones eran cada vez más difíciles para los residentes de Gaza en otros aspectos. En una panadería de Jan Yunis se formaron largas colas desde el amanecer, para obtener algo del poco pan disponible.

“Si esto sigue así, toda la población se quedará sin comida ni bebida. No encontraremos pan ni harina ni nada de nada”, dijo Shady al-Aqqad, una de los varios cientos de personas que esperaban. (Reuters)

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