El metal argentino perdió a su mayor guerrero

Sentida despedida del mundo del rock a un referente, más allá de sus posiciones políticas La noticia llegó como sólo él hubiera querido: de golpe, inesperada. Los comienzos; una larga y metálica historia.

ÚLTIMO SHOW EN TUCUMÁN. Hace un mes tocó en Floresta. ÚLTIMO SHOW EN TUCUMÁN. Hace un mes tocó en Floresta.

El metal perdió a uno de sus ídolos más importantes, que ya se había convertido en toda una leyenda.

Entre extensas reflexiones y desvaríos Ricardo Iorio habló hace poco con este columnista, en una difícil conversación. Con su voz rugosa y áspera, hasta era difícil entender sus palabras.

Entonces recorrió por sí mismo temas como la reencarnación, la religión y la patria. Y cuando intentó hablar sobre el país y su candidato, se escucharon voces desde atrás que le decían “no, no, eso no”.

Es que todos sabían que Iorio no tenía filtro, y no ocultaba su simpatía con Javier Milei, así como unos años antes la había tenido por el movimiento militar de carapintadas. Sus últimos shows fueron en el tucumano Floresta, el 23 de septiembre, y en Rosario, el 14 de octubre.

EN SU TRONO. En el escenario Iorio desplegaba toda la magia metalera que encendió a varias generaciones. EN SU TRONO. En el escenario Iorio desplegaba toda la magia metalera que encendió a varias generaciones.

“En la conversación en el mediodía de ayer se lo nota cansado y con una voz pesada, cargada; y mientras la entrevista se convierte en una charla, comenta ‘no tendré una voz bonita, pero sí inspirada’”, escribí en la nota de LA GACETA.

El presente inmediato

“Me interesa retratar el presente inmediato. Me he armado como guerrero desde chico. Si no voy a otros lugares es porque no me han llamado, pero lo mío es la batalla cultural y te puedo asegurar que tengo las riendas de mí mismo”, respondió en esa oportunidad.

El mundo del rock pesado perdió a uno de sus gladiadores. “Qué triste despedir a Ricardo. Fue un artista indispensable”, escribió Andrés Calamaro.  Juanchi Baleirón contó en su cuenta de X (exTwitter) que el lunes a las 23.25, Iorio le dejó un mensaje. “No lo puedo creer. Veníamos charlando cada tanto estaba lleno de proyectos, giras. En noviembre iba a grabar el disco nuevo, no lo puedo creer”, dijo el líder de Los Pericos.

El metal argentino perdió a su mayor guerrero

Se va dejando un gran legado musical y artistico, tanto con V8, Hermética, Almafuerte y en esta última etapa solista. “Algunas de sus letras son himnos y marcaron a varias generaciones”, asegura el comunicador Cristian Sánchez, especializado en el rock, quien lo siguió en varios recitales. “La primera vez fue en el año 99, cuando Almafuerte todavía era trío y él era el bajista. Vi el penúltimo show de Almafuerte en Belén, Catamarca, antes de disolverse como banda, y ahora el penúltimo de Ricardo con vida”, recuerda.

En la provincia

En Floresta, en ese penúltimo recital, finalmente no tocó la banda Matrero, que había sido anunciada y que con tanto entusiasmo y admiración lo seguía. “Esa noche habló mucho arriba del escenario, invitó al joven cantante Maximiliano Von a ocupar su lugar y cedió el escenario durante un rato a la guitarrista Carina Alfie”, cuenta Sánchez.

Rodrigo Carabajal opina que le dio identidad nacional al metal. “Era un poeta único, que sabía poner las palabras justas y las letras más impresionantes que llegaban al corazón de lo que amamos este estilo musical y nos hizo sentir orgullosos de que existía una veta artística llamada metal pesado argentino y tenía una visión artística enorme a la altura de los grandes compositores del rock argentino”, asegura el guitarrista de Matrero.

El metal argentino perdió a su mayor guerrero

En una de sus visitas, Iorio fue a la casa de Carabajal a compartir con su familia y quedó en un encuentro para un locro. “Fue una persona humilde y el músico compartía momentos, por eso la gente lo quería tanto. Siempre fue la columna vertebral y el pilar fundamental del género en nuestro país”, añadió el músico.

Precisamente en la nota que le hizo este diario elogió su retiro al campo (donde sufrió su infarto fatal), a su pequeña tierra y al cultivo de la amistad con los vecinos. Tanto hace 10 años como ahora, el músico visitó Amaicha del Valle y estuvo con amigos.

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