“Él de Atlético Tucumán no se quiere ir. El club nos abrió las puertas. Él me decía ‘si no me dan un peso más tampoco me voy. Ojalá nunca me vaya mal de Atlético’. Él y nosotros vamos a estar agradecidos eternamente con el club. Se debe a Atlético y esperemos que siga porque aún no cumplió su sueño de clasificar a la copa”. La cita corresponde a Walter, papá de Nicolás Romero, jugador de 20 años del “decano” que tuvo un torneo destacado.
El central demostró extrema seguridad y resuelve con solvencia en la “cueva”, como si fuera un veterano. Eso llama la atención de propios y extraños. Es una garantía por arriba y muy efectivo por abajo, y además tiene una pegada envidiable, algo que todavía no pudo mostrar en el conjunto de 25 de Mayo y Chile.
La pegada, por caso, es uno de los últimos rasgos de jugador de los últimos metros que le quedó. Sí, antes de llegar al “decano”, el chumbichano era enganche, luego los técnicos lo fueron retrasando en el campo, pero la pegada se fue perfeccionando, incluso no es raro verlo tras las prácticas pateando tiros libres a los arqueros.
Era sabido que luego de la regularidad que consiguió en el 2023, primero con Lucas Pusineri y luego con Sergio Gómez y Favio Orsi, iban a aparecer las ofertas para quedarse con los servicios del central catamarqueño. El zaguero es consciente del año que tuvo pero se demuestra maduro y con los pies en la tierra a la hora de responder. “Para el 2024 espero que pueda seguir jugando. Quiero quedarme en Atlético un poco más, porque pretendo lograr algo lindo y grande en el club. Quiero quedarme porque este es el club donde nací y donde crecí. Trataremos de llevar a Atlético a lo más alto. Después se verá, porque eso lo maneja mi representante, pero mis ganas son esas. Me quedé con mucha bronca por no clasificar a la Sudamericana”, dijo el juvenil.
Romero es uno de los jugadores más queridos por los hinchas, por su historia de vida, por su humildad y también, claro, por lo que muestra en la cancha partido a partido. “En las redes los hinchas siempre me demuestran cariño. Es algo importante para mi. Le muestro a mi familia algunos mensajes y se ponen contentos porque la gente me quiera de esa manera”, expresó.
Según pudo averiguar LA GACETA, el jugador tiene ofertas del fútbol argentino, pero también hay clubes de la MLS, Portugal y Emiratos Árabes que están interesados en contratar al central. Hasta ahora no llegó ningún ofrecimiento formal a las oficinas de 25 de Mayo y Chile, se sabe que eso es inminente y que se tratará de una propuesta millonaria, si tomamos en cuenta los posibles destinos. Por tal motivo, Gonzalo Paz, que tenía decidido rescindir su contrato se quedaría en Tucumán, por una posible salida de “Cata”.
“No cumplí los objetivos que tenía en Atlético, me gustaría quedarme, sería un lindo desafío. Si me toca irme ojalá sea por la puerta grande. Yo no me quiero ir mal, pero si tengo la posibilidad de salir también será bienvenido y si es así, ojalá pueda volver y lograr las cosas que le debo al club”, remarcó el defensor, que también hizo referencia a la posibilidad de llegar a alguna liga exótica.
“Lo pensaría. Siempre pondría lo deportivo por sobre lo económico porque todavía soy muy chico. Algunas ligas son poco vistosas y yo quiero jugar para mostrarme. Es verdad que lo económico quizás es una tentación, pero ir a algunas ligas es casi como perderte”, remarcó el jugador, que en su momento tuvo un sondeo para emigrar al fútbol de Arabia Saudita, cuando tenía 17 años y apenas había jugado un puñado de partidos en Primera.
Desde el otro lado, Atlético hizo el esfuerzo que debía. Cuando el defensor encontró continuidad y se afirmó en el equipo titular su salario fue “recategorizado”, por lo que tanto la representación del futbolista, como el propio Romero, se sienten cómodos en Tucumán, listos para empezar un nuevo año con la cabeza puesta en el “decano”, pero sabiendo que en el momento que haya una oferta firme sobre la mesa, un traspaso puede ser más que interesante para todas las partes. Habrá que esperar. El miércoles “Nico” comenzará la pretemporada en el club de sus amores y con ganas de devolverle en la cancha, algo de todo lo que el club le dio.