Un mimo al alma para los chicos de la colonia de Atlético Tucumán

Los niños pudieron conocer al plantel "decano", y sacarse fotos con sus ídolos.

PURA ALEGRÍA. Los niños se acercan corriendo a buscar a Orihuela, uno de los primeros en acercarse. PURA ALEGRÍA. Los niños se acercan corriendo a buscar a Orihuela, uno de los primeros en acercarse. LA GACETA / Foto de Inés Quinteros Orio

Atlético ya tiene la cabeza en Uruguay en donde, con algunos amistosos, comenzará a pulir detalles futbolísticos de cara a un 2024 en el que tiene como principal objetivo recuperar su mejor versión. Antes de dejar nuestra provincia, ayer el plantel tuvo una visita especial.

Una vez culminado el entrenamiento matutino en el complejo José Salmoiraghi y cuando los jugadores ya se disponían a subir al ómnibus para partir rumbo al hotel en el que estuvieron concentrando desde el jueves, un grupo de chicos que está participando de la colonia de vacaciones del complejo, se acercó, junto a los profesores, para conocer a los integrantes del equipo.

Respetuoso, el grupo, cuyas edades oscilan entre los cuatro y los 14 años, se mantuvo a metros del bus ubicado justo al frente de la salida del vestuario en el que los jugadores se bañaron tras entrenarse.

Muchos integrantes del plantel ya se encontraban arriba del ómnibus cuando llegaron los chicos. De hecho, el primero en acercarse al grupo fue Tomás Marchiori, quien estaba enfilando al micro cuando los niños comenzaron a gritar su nombre.

Tras dejar sus cosas arriba del vehículo, el arquero que dejará el club para sumarse a Vélez, volvió a bajar para firmar autógrafos y tomarse algunas fotos con los chicos quienes, emocionados, se agolparon alrededor del arquero.

Lo mismo hicieron unos minutos después, Matías Orihuela, Guillermo “Bebe” Acosta y varios de los integrantes del equipo que dirige Favio Orsi y Sergio Gómez. Al final, el plantel y los niños pudieron tomarse una foto grupal que quedará para el recuerdo.

“Le pedimos permiso al club para que los chicos los puedan conocer y despedir a los jugadores que se van de viaje. Los chicos están muy emocionados; venían esperando esto. Desde hace varios días tenían la ilusión de verlos”, le contó a LA GACETA Leandro Romano, uno de los “profes” de la colonia.

El momento fue muy movilizante. Algunos, incluso, llegaron a emocionarse como el caso de Benjamín Nieva. Con una camiseta de Atlético puesta sobre una de San Pablo, el otro club de sus amores, Benjamín no pudo contener las lágrimas tras compartir un rato junto a sus ídolos. “Quería conocerlos”, señaló el joven hincha “decano”.

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