Cartas de lectores: “boliches”

31 Enero 2024


Esos lugares oscuros llamados “boliches”, lejos de ser un lugar de desahogo y relajación mental y espiritual, se han tornado en flagrantes muestras de desahogo y liberación, antes innecesaria. El desenfreno es la resultante lógica y tal vez buscada a propósito por sus inmaduros asistentes para satisfacer el costado salvaje de un impulso juvenil que los desborda. Luces titilantes, ruido de envolventes apremios musicales, congestionamiento, gritos, choques corporales constantes, raras bebidas y curiosas pastillas ofrecidas con malicia, preparan el terreno para reacciones inhumanas, descalabradas y peligrosas. Los congestionados salones abren a la medianoche y culminan con la luz del día siguiente. Los asistentes, trastornados por efectos del roce, entrecruzamiento, alcohol, drogas y el constante ruidaje (mal llamado “música”) manejado por disc jockeys sordos para activar la locura viva del desenfreno, terminan como debe ser: con golpes, insultos, agresiones, violaciones, improperios y una muestra de torpeza y agresividad incontrolada. Sólo se salvan quienes huyen rápidamente al salir, antes del tsunami final. Los patovicas descansan, dando por terminada su tarea. ¿Y los jóvenes hombres machos que se prometieron palizas al salir? Ahí quedan, descontrolados, generando noticias para la Policía. ¿Esto se llama “diversión”?

Darío Albornoz

lisdaralbornoz1@gmail.com

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