Un lector de LA GACETA, en la edición del 7/2/24, escribe: ”...Le digo que las castas pudientes, de perros dogos, goza de jugosas jubilaciones y privilegios obtenidos de conquistas sociales que esos ìgatos ìdieron la vida para conseguirlas.” “Ahora aparece un león vestido de cordero y vende todo...” “Mauricio y su banda, su socio asesor ya les quitó las joyas a los abuelos y los dejó empeñados hasta a sus bisnietos...” “Me los imagino con sus grandes anteojos de sol oscuros para no ver la realidad que nos invade, desde sus countries aplaudiendo a la Patricia cómo reprimen y muelen a palos y los adoban con gas pimienta...” Creo que el lector está un tanto exaltado: los populistas-kirchneristas son los necios y cínicos que niegan la realidad presenta y pasada y se expresan como si hasta ahora estuvieron viviendo en Marte, o son demasiado obtusos. Por el mismo lado, no fue “Mauricio y su banda”, fueron los dirigentes del kirchnerismo los “gatos” del Estado; y no es “todo lo mismo”, el ciudadano común es y ha sido buena gente; los “léidos” asentados en el Gobierno, han usado a los pobres vilmente. Sólo hay que mirar los números y la realidad no relatada. El populismo, con sus más y menos, tuvo presencia activa, ayer y hoy, en el deterioro generalizado de los argentinos desde 1946; el kirchnerismo con sus militantes y militontos les dio la extremaunción desde el 2003; Macri estuvo cuatro años, Milei lleva 60 días. La dirigencia populista-kirchnerista se ha evidenciado hipócrita, cobarde y el colmo de lo paradojal, se ha vuelto conservadora, no dice que su aspiración y objetivo es que nada cambie, para continuar con los privilegios, las prebendas empresarias y la corrupción generalizada cuando se actúa en el Estado. Como no ocurre en país civilizado y normal alguno, en la Argentina la amplia mayoría de la dirigencia política, sindicalistas eternos y empresarios cobijados en las alas del Estado, son multimillonarios. Un peronista de los de antes, Julio Bárbaro, dijo: “El peronismo se ha reducido al Escudo y a la Marchita; a cualquiera que carece de principios y nobleza, le viene justo para ser usado.” El que apoya o sigue a corruptos, es de su misma condición. (Anónimo) Cualquier Decreto, Ley Ómnibus (tranvía o taxi) que tenga como objetivo eliminar la corrupción instalada en todo el país, no habrá de ser aprobada, porque son mayoría los “popes” (ladrones de guantes blancos) de los “curros” de muy diversa índole”.
Mario A. Ricci
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