Por Guillermina Choua
06 Abril 2024
Tini reclama su derecho a estar mal y a cantarlo
El anuncio del nuevo disco “Un mechón de pelo” avivó las controversias que protagoniza Stoessel. Mientras en las redes sociales se la critica “por tratar de lucrar con la depresión”, Tini reivindica el deseo de hacer canciones a partir de circunstancias difíciles de la vida, como la enfermedad de su padre y productor
Tini en el teaser promocional de “Un mechón de pelo”. Foto: Instagram/tinistoessel
Tini Stoessel fue la artista del momento durante 2022: llenó estadios en cada presentación; impuso el código rosa de vestimenta de su show; consiguió números impactantes en el Hot100 de Billboard Argentina y hasta incluso estrenó un documental sobre el “Tini Tour” en la plataforma de streaming Star+, una producción audiovisual centrada en sus siete espectáculos con entradas agotadas en el Hipódromo de Palermo. Pero esos triunfos tienen poco que ver con la Tini de estos días, que afronta reproches y polémicas. A la seguidilla de críticas se sumó recientemente el cuestionamiento acerca de su posición ante un tema sensible para su público: la salud mental.
La primera controversia tiene una raíz amorosa y data de ese 2022 en el que Tini lucía imparable. Si bien al comienzo las redes sociales deliraron con el romance entre la cantante y el futbolista campeón mundial Rodrigo de Paul, la pareja después no convenció y sus desavenencias no hicieron más que enardecer a quienes habían tomado partido por la ex de De Paul, Camila Homs. A Tini se la ha acusado de ser “la tercera en discordia” y de no empatizar con la que debería ser la prioridad de su novio, los hijos que este tuvo con Homs.
Los vaivenes de la relación con De Paul hicieron proliferar los ataques en las redes sociales, especialmente en X (ex Twitter). Tini fue criticada por el cambio de su imagen. De repente, estaba ligada a sus supuestos “problemas con las drogas” (aunque Stoessel nunca haya confirmado que los tuviera) o a una “adicción al ácido hialurónico”. En el medio, recibió denuncias de plagio por parte de Juan Grabois. Además, se puso en cuestión el papel de su padre, Alejandro Stoessel, a quien se lo tildó de “explotador” por su rol de productor de su hija. Tini incluso fue abucheada en la fiesta Bresh de Madrid.
La ex “Chica Disney” parecía condenada a perder en la comparación con otras colegas como Emilia Mernes, Lali o María Becerra. Mientras tanto, seguía afrontando los dardos de la familia Homs. Un día, Tini se vio obligada a defenderse en el canal de streaming “Rumis”. En junio de 2023, la cantante brindó una entrevista al diario El País (Madrid) en la que reflexiona sobre su momento más bajo: “estuve en un proceso de tocar fondo. No me podía levantar de la cama: tenía ataques de pánico por razones personales. Pensé en esta gira en España, donde tengo una comunidad enorme, y saqué fuerzas”. No obstante, las condenas siguieron, incluso luego de mostrarse angustiada en el escenario de Barcelona.
Nuevo disco, nuevo conflicto
Parecía que el lanzamiento de un nuevo disco iba a ahuyentar a la nube negra, pero la magia sigue esquiva. El mes pasado, Tini anunció la aparición de “Un mechón de pelo”, su próximo álbum, y las críticas volvieron a avivarse. Es que el concepto de este trabajo se centra en escenas típicas de una persona que está pasando por un momento complicado de salud mental: en las imágenes que compartió en las redes sociales, se puede ver a Tini cortándose el pelo ella misma entre lágrimas, como si estuviese teniendo una crisis de ansiedad.
La idea de un derrumbe psicológico cayó mal. En las redes se viralizó la acusación de que la artista “lucraba” con un tema extremadamente delicado para sus seguidores. Las objeciones crecieron hasta el punto de que tanto su padre como ella debieron salir a defender las intenciones del proyecto:
Que Tini ya no es lo que era lo demuestra su respuesta a una chica que la había desafiado con este comentario “contame qué te pasó de grave en la vida, reina. ¿Qué te digan que robás maridos? ¿Te tiñeron y te quedó mal? Contame qué es lo que te tiene tan emo para hacer tanto show, ridícula”.
La respuesta que dio Tini en “Pa”, el primer single de su nuevo disco, es que la pasó muy mal cuando su padre estuvo internado en terapia intensiva. Esta confesión le dio un respiro. Pero “Un mechón de pelo” nació herido por la desconfianza. La pregunta que quedó flotando en el aire es quién está legitimado para hablar de la salud mental. Tener una vida exitosa no significa estar bien: para entenderlo basta con recordar el final de Matthew Perry, el queridísimo “Chandler” de Friends.
“Posta”, el segundo single promocional, vuelve a hacer frente a aquellas acusaciones feroces: en el video musical, Tini aparece cruzando un puente con el pelo castaño escondido por la capucha de la campera y asediada por una multitud que no para de fotografiarla. Esta sería, según algunos análisis, su forma de dejar atrás algunos momentos penosos: la Tini del otro lado del puente lleva el pelo rubio y una vestimenta digna de una gala de premios. La teoría no suena descabellada en función de la letra de la canción: “porque he nacido con dinero, en una cuna de oro, nada duele, ¿esa es la posta? Solo soy yo la que vi llover, nadie quiere ver, nadie va a llamar. Preferí dormir, preferí callar: ¡una princesa no llora en televisión! Pero el ‘acting’ mal no me salió, hasta Tini se lo creyó”. Más allá de que esto sea sincero o no, Stoessel está haciendo algo necesario: mostrar el lado oscuro del que nadie está exento.
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