PARIS, Francia.- Los soldados rusos que huyen de la guerra que lleva adelante su país contra Ucrania no siempre son bienvenidos en el extranjero. Tampoco en Kazajistán, en donde algunos recalan, en busca de una vida libre de violencia. No existe un mecanismo para que los rusos que no quieren luchar, los desertores, lleguen a un lugar seguro.
Menos de 300 rusos obtuvieron el estatus de refugiados en Estados Unidos en 2022. Más de 57.000 rusos esperaron en las fronteras de Estados Unidos en el año 2023, frente a alrededor de 13.000 en el año 2021. En Francia, las solicitudes de asilo aumentaron más del 50% entre 2022 y 2023, según agencias de noticias europeas.
Yevgeni, un héroe condecorado de la guerra de Rusia en Ucrania, buscó salir de la pesadilla tras someterse al martirio: le pidió a su amigo y compañero de armas que apuntara con cuidado a su pierna y evitara los huesos al disparar. Los torniquetes estaban listos.
Entiende que el dolor que siguió fue el precio que pagó por una nueva oportunidad y como otros miles de soldados rusos, dejó el Ejército. Pero su nueva vida no ha sido la que esperaba.
Yevgeni razona: “Cuando una mujer da a luz a un niño, experimenta un dolor muy fuerte y da a luz nueva vida. Me entregué a la vida después de pasar por un dolor muy intenso. No existe ningún mecanismo para que los rusos que no quieren luchar, los desertores, lleguen a un lugar seguro. A pesar de que es mucho más barato desde el punto de vista económico permitir que una persona entre en su país, un joven sano, que suministrar armas a Ucrania”.
Un desertor se enfrenta en Rusia a 10 años de cárcel. Todos los oficiales y un soldado que desertaron del Ejército ruso y que han sido consultados tienen procesos penales instruidos contra ellos en Rusia, donde se enfrentan a 10 años o más de prisión. Cada uno esperaba una bienvenida de Occidente, que nunca ha llegado. En realidad, todos ellos menos uno viven escondidos.