Diego Mastrángelo, íntimo: la pasión heredada de su padre, su vínculo con Diego Maradona y sus sueños en San Martín

El "10" lo subió a Primera cuando las oportunidades no aparecían; su salida del "lobo" generó revuelo, pero el central hoy tiene claro qué es lo que desea.

ENTRENAMIENTO. Mastrángelo durante una sesión en el complejo Natalio Mirkin. El defensor jugaría de titular contra All Boys ENTRENAMIENTO. Mastrángelo durante una sesión en el complejo "Natalio Mirkin". El defensor jugaría de titular contra All Boys Prensa CASM

Ser futbolista profesional es el sueño de muchos chicos, pero muy pocos alcanzan esa meta. El camino al éxito en este deporte tan apasionante se encuentra repleto de obstáculos; esos mismos que debió superar Diego Mastrángelo para llegar al presente que hoy vive en San Martín. Si bien no había formado parte de los convocados durante las primeras dos fechas del torneo, no bajó los brazos y actualmente se muestra como una pieza importante en la estructura defensiva que tiene Diego Flores.

A TODOS LADOS. Mastrángelo posa con mamá, Patricia, y papá, Hernán, luego del triunfo de San Martín en Carlos Casares. A TODOS LADOS. Mastrángelo posa con mamá, Patricia, y papá, Hernán, luego del triunfo de San Martín en Carlos Casares.

Lo cierto es que Mastrángelo lleva a la redonda en la sangre. Es hijo de Hernán “Pitón” Mastrángelo, figura de Kimberley de Mar del Plata en la década del 90’. El ex mediocampista del “trueno verde” le inculcó a Diego la pasión por el fútbol y lo acompañó en cada desafío que afrontó el central de 21 años. Tal es así que su familia estuvo presente el pasado fin de semana en Carlos Casares.

“Mi ‘viejo’ siempre quiso que jugara al fútbol. A mí me gustaba jugar con los muñequitos de los militares y todas esas cosas pero él no le daba importancia y me tiraba la pelota. Siempre se respiró fútbol en mi casa”, explica Mastrángelo, que casi se llama Enzo por el fanatismo que tenía su papá por el delantero Enzo Francescoli.

Tan grande fue la influencia de papá Hernán, que con el paso del tiempo Diego no vio con malos ojos la idea de ser futbolista. A pesar de que intentó probarse en la escuelita de Kimberley, priorizó jugar junto a sus amigos en el club de su ciudad natal: Cadetes de San Martín.

UN NIÑO. Diego jugando para Cadetes de San Martín en su Mar del Plata natal. En aquel momento, jugaba como volante. UN NIÑO. Diego jugando para Cadetes de San Martín en su Mar del Plata natal. En aquel momento, jugaba como volante.

“Arranqué a los cinco años y siempre en mi familia estaba presente el fútbol. En la primaria falté a un campamento, no hice el viaje de egresados y hasta me perdí fiestas de 15 años porque tenía que jugar el fin de semana”, recuerda sobre algunos de los sacrificios que debió. “Mis compañeros me jodían porque vivía faltando a fiestas y me decían que era muy difícil ser jugador de fútbol. Sí; es cierto que a veces me pongo a pensar y siento que había momentos en los que tendría que haber disfrutado. Pero bueno, elegí esto”, explica el central que, además, tiene nacionalidad estadounidense gracias a su mamá Patricia.

Antes de llegar a las inferiores de Gimnasia de La Plata, Mastrángelo tuvo que tomar otra decisión crucial: el cambio de posición en la cancha.

“Jugaba de cinco por las dos bandas. Recuerdo que el año anterior a pasar a Gimnasia, un entrenador me dijo que jugaba bien en el medio pero que atrás me iba a destacar. Me cambió de posición y creo que a los tres o cuatro meses tuve una prueba en el ‘lobo’ y quedé”, relata.

Diego Maradona le hizo un "guiño" a Mastrángelo

En la Reserva, empezó a encontrar continuidad y a destacarse con la llegada de Sebastián Romero. Tal es así que Diego Armando Maradona lo llamó para formar parte de las prácticas con el plantel de Primera. “Cuando subí a Reserva me acuerdo que no jugaba mucho. Es muy difícil para el futbolista el momento en el que no juega porque siente que deja todo y aún así no alcanza”, explica. “Después, asumió ‘Chirola’ en el equipo y comencé a tener más participación. Él también me hizo debutar en Primera”, recuerda Diego que, finalmente, luego de varias idas y vueltas quedó en libertad de acción a fines de 2023 y recibió ofertas de varios equipos.

“Quedé libre porque no me iban a tener en cuenta. Un amigo de La Plata, que tenía muchos seguidores en sus redes, subió la información y eso generó enojo entre los hinchas. Recibí llamados de Independiente Rivadavia y de Independiente del Valle. Me sedujo San Martín porque sé que es un club grande y también una gran vidriera”, asegura.

Feliz por su desempeño en el plantel, asegura que con el esquema Flores le da libertad a sus dirigidos. “El técnico nos deja leer el juego y aprender cómo posicionarnos. Por ahí, el otro equipo juega con dos delanteros y sirve más jugar de stopper; o juega con un delantero y se abre un poco más. La idea del DT es que vayamos leyendo y adaptándonos”, dice metido de lleno en el mundo “santo”. Mastrángelo no se vuelve loco ni se marea con los flashes que otorga la cima de la zona A de la Primera Nacional. Le resta importancia a la reciente caída de Quilmes contra Racing de Córdoba y piensa en seguir con el plan día a día. “No se habló mucho del partido de Quilmes y Racing. Obviamente, uno ve y por ahí trata de que a algunos equipos no les vaya tan bien. Pero no sé si festejamos... Estar ahí arriba está bueno, pero tenés que saber llevarlo porque hoy estás y mañana quizás no”, reflexiona.

All Boys aparece como el nuevo escollo en el campeonato y Diego apuesta a que San Martín siga dando pasos hacia adelante; en el juego, en el rendimiento y en los resultados. “Vamos a tener que imponer nuestro juego y tratar de estar tranquilos. Creo que va a ser un partido muy duro porque juegan muy cerrado y tendremos que estar atentos con las ‘contras’. A nuestro equipo los caracteriza la agresividad, el laburo, el sacrificio, el compañerismo y la entrega. Hay que seguir así”, concluye Mastrángelo que sólo piensa en seguir creciendo; como lo hizo siempre en su vida y en su carrera.

Comentarios