Se estima que a San Miguel de Tucumán, en horarios picos, cuando se produce la mayor aglomeración de los transportes o mayor demanda en el uso de servicios, ingresan 150.000 rodados (camiones, camionetas, autos, motocicletas, etc.). Además, en dichos horarios hay una circulación aproximada de 900.000 personas, en una superficie de 91 Km2 (área de la Capital), lo cual la convierte en una ciudad extremadamente caótica y poco amigable.
Ante esta realidad incontrastable y con muy buen criterio, el Gobierno provincial expropió y pagó un predio de 18 Has, ubicado en Los Pocitos (Tafí Viejo), a la vera de la ruta acional 9, en donde se construiría un Centro Cívico; para trasladar allí las oficinas de la administración pública a los efectos de descentralizar la parte colonial de la ciudad, creando un nuevo polo de desarrollo. Esto posibilitaría el crecimiento de nuevas zonas y evitaría la destrucción de la infraestructura existente en el área donde se concentra el mayor número de actividades comerciales, administrativas y financieras de la ciudad. Con esa clara finalidad se contrató y se pagó para la elaboración del proyecto al prestigioso estudio arquitectónico Pelli-Clarke, con sede en Nueva York (EEUU), el cual tiene, de acuerdo a difusiones periodísticas, un significativo porcentaje de avance.
En contraste a esa excelente idea, y prácticamente en el mismo periodo de tiempo, el Gobierno de la provincia pagó por el proyecto de un edificio de siete pisos que albergaría las oficinas del Registro Civil en pleno microcentro (24 de Septiembre al 800), el cual fue terminado, licitado y adjudicado para su construcción. Afortunadamente, hoy paralizada por la actual administración.
Al margen de lo específicamente estructural, una de las partes fundamentales que debe tenerse en cuenta de forma pormenorizada en todo proyecto de obras, son los estudios económicos, ambientales y urbanísticos, los cuales deben ser realizados por especialistas sobradamente capacitados y con incumbencias profesionales a los efectos.
Riesgo de parálisis
Con este criterio y con una planificación adecuada debe analizarse cada uno de los proyectos finales para luego concretarse su ejecución. De no cumplirse esa premisa se nos presentaría una situación harto desventajosa que puede llevar a que la ejecución de la obra se vea afectada con paralizaciones, neutralizaciones o, lo que es más grave aún, a la rescisión de esta por parte de la empresa contratista.
En el caso particular del nuevo edificio del Registro Civil, el cual carecería de estacionamiento suficiente, está enclavado de lleno en la calle 24 de Septiembre, única arteria vehicular Oeste-Este que une directamente los centros de tres grandes ciudades: Yerba Buena-Capital y Banda de Rio Salí e indirectamente al centro de la ciudad de Alderetes, o sea que la misma vincula a cuatro de las seis ciudades que conforman el Área Metropolitana de Tucumán (AMT). Además, en un entorno menor de 1 km2 se encuentran dependencias públicas como ser: Rentas de la Provincia, Caja Popular, Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Registro Inmobiliario de la Provincia, Escuela Bernardino Rivadavia, Archivo Histórico de la Provincia, Banco Santiago del Estero, Banco Macro, Dirección de Ingresos Municipales (DIM), etc, contabilizándose en horarios picos un total de 10.000 rodados/hora en las esquinas próximas al emprendimiento (Salta-24 de Septiembre y Ayacucho-24 de Septiembre), por lo que es de imaginar que el desorden actual de peatones, rodados y ruidos sería infinitamente mayor.
Esto nos muestra las contradictorias y marcadas percepciones equivocadas a nivel gubernamental en cuanto a la planificación y ejecución de las obras publicas que, al prescindir de equipos profesionales sólidamente capacitados, llevan a situaciones anómalas y que muchas veces ocasionan daños costosos, difíciles de remendar y muchas veces irreversibles. Si en un futuro próximo se decide concretar la construcción y el traslado de las oficinas públicas hacia el Centro Cívico, ¿en qué situación quedaría el nuevo edificio del Registro Civil de la calle 24 de Septiembre?
Particularmente, cuando un proyecto de obra no cumple con normativas fijadas por el Código de Planeamiento Urbano (Ordenanza 2.648) se piden excepciones, las que se resuelven en base a “acuerdos gubernamentales”, por lo que esta singularidad, como pasó en los últimos años, fue subsanada y concedida sin objeciones, sin realizar estudios pormenorizados del Factor de Ocupación del Suelo (FOS), del Factor de Ocupación Total (FOT) de los metros cuadrados construibles de acuerdo a los mismos y ocupando parte del pulmón de manzana. Y, mientras el mundo, como consecuencia del calentamiento global, se tiende a ampliar los mismos, en Tucumán imprudentemente se construyen sobre ellos, desestimando objetivos esenciales como ser: 1- retardar el escurrimiento de las aguas de lluvias, 2- constituir un filtro contra la contaminación ambiental, 3- regular el intercambio de aire, calor y humedad.
Todas estas consideraciones faltantes y observadas en los proyectos, convierte a los mismos en un sinfín de ideas obcecadas, con marcados vaivenes de improvisaciones que sólo conducen al fracaso y a la dilapidación de los dineros del erario público, como así también llevaron a que las Obras Publicas fueran estigmatizadas por la gran mayoría de la sociedad como sinónimo de corrupción, en vez de ser símbolo de un futuro prometedor.
Actualmente se está transitando un momento crítico para las obras públicas, cuya paralización y desfinanciación nos debe hacer reflexionar en el presente y sobre todo por el futuro. Para ello es fundamental, desde el Estado, constituir equipos multidisciplinarios ad hoc para conformar bancos de proyectos ejecutivos, basados en planes directores minuciosamente elaborados, de manera que en el momento que se liberen los fondos nacionales e internacionales, Tucumán esté en condiciones ventajosas de presentar en forma inmediata dichos proyectos. De otra manera pasará lo que recurrentemente viene sucediendo en los últimos años: proyectos incompletos, con errores, objetados y demorados por falta de profesionalidad y consecuentes seguimientos.