Dolor de cabeza para Macron en el Pacífico Sur

El territorio francés de Nueva Caledonia vive días convulsos y hay una insurrección abierta.

Emmanuel Macron. Emmanuel Macron.
25 Mayo 2024

NUMEA, Francia.- El presidente francés, Emmanuel Macron, calificó de “movimiento de insurrección absolutamente inédito” los disturbios que sacuden el territorio de Nueva Caledonia, en el Pacífico, desde mediados de mayo. “Nadie lo vio venir con este nivel de organización y de violencia”, añadió el presidente durante una visita a una comisaría de Numea, la capital, donde elogió “la sangre fría” y “la profesionalidad” de los policías y gendarmes desplegados para atajar las protestas, que dejaron seis muertos y cientos de heridos.

Macron, prometió que no impondrá “a la fuerza” una controvertida reforma electoral en Nueva Caledonia, en un intento de calmar los disturbios que desde hace 10 días, dejaron seis muertos en este archipiélago del Pacífico, y ayer sumaron uno más, cuando un policía disparó a un hombre de 48 años.

“Nos daremos unas semanas para permitir el apaciguamiento y la reanudación del diálogo con vistas a un acuerdo global”, había dicho acron, en rueda de prensa, desde Numea.

La crisis estalló el 13 de mayo con una reforma del censo electoral de Nueva Caledonia, cuya aprobación por el Parlamento en París quiere el gobierno para finales de junio. Los pobladores originarios canacos, independentistas en su mayoría, rechazan este plan de ampliar el derecho de voto en las elecciones provinciales a quienes lleven viviendo en el territorio al menos 10 años.

La normativa actual lo reserva a los electores inscritos en 1998 y sus descendientes, y muchos canacos, que constituyen alrededor del 40% de la población, temen que la reforma diluya su influencia en las instituciones caledonias.

El gobierno propuso la reforma del censo en pleno debate sobre el futuro institucional de Nueva Caledonia, después que sus habitantes rechazaran la independencia en tres referendos, el último contestado por los independentistas.

Macron quería que el Parlamento francés aprobara el cambio censal a fines de junio, pero, aunque no lo citó, abrió las puertas a un aplazamiento, como le pide la mayoría de la clase política, con condiciones.

“Mi deseo es poder lograr el cese de las hostilidades (...), la vuelta a la clama, el fin del estado de emergencia y la reanudación del diálogo” antes de proponer “más tiempo para alcanzar un acuerdo global”, aseguró.

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