Carlos Alsina estrena “Otro mundo”, su centésima puesta

Como todos los años, el director y escritor reabre su sala El Pulmón con un texto para “reír y pensar”. La derechización política mundial. Meloni y Milei

“OTRO MUNDO”. Golo Saifán, Federico Cerisola y Anahí Rodríguez componen los personajes de la obra que se estrenará esta noche en El Pulmón. “OTRO MUNDO”. Golo Saifán, Federico Cerisola y Anahí Rodríguez componen los personajes de la obra que se estrenará esta noche en El Pulmón.

“Los grandes y acelerados cambios tecnológicos, sociales y políticos por los que atraviesa el planeta -a una velocidad que no da el tiempo necesario para asimilarlos- suelen provocar sensaciones encontradas y contradictorias. Los tres personajes de ‘Otro mundo’ atraviesan por ellas aunque no lo hacen de un modo solemne ni aburrido. Al contrario: trata sobre temas de candente actualidad y lo hace apelando al humor, para reír y pensar. Tal vez ello permita, aún más, reflexionar sobre el presente que estamos pasando y el futuro que podría esperarnos”.

Así anticipa la sinopsis de su nueva obra Carlos Alsina, que será estrenada esta noche a las 22 en su sala independiente El Pulmón (Córdoba 86), con las actuaciones de Federico Cerisola, Anahí Rodríguez y Golo Saifán, y escenografía de Romina Muñoz. Este debut tiene una doble connotación: es el número 35 en el espacio inaugurado hace 22 años y la centésima puesta en escena del dramaturgo (escribió 65 textos) y director.

“Este texto nos habla de una sensación de insatisfacción que recorre el momento histórico actual, en todo el planeta y también nuestro país, por supuesto. Cuando uso esa palabra, no solo me refiero a las enormes carencias materiales, sanitarias y de diverso tipo que sufre la mayor parte de la población, sino también a la falta de esperanzas en un porvenir mejor y al reflujo de su lucha por conseguirlo”, le explica a LA GACETA.

“Luego de escribirla me di cuenta que, de alguna manera, tenía que ver con el Quijote de la Mancha, y que mis múltiples lecturas de esa genial obra, sin que me lo proponga, estaban presentes en mi subconciente. La idea de la locura, como recurso literario o dramatúrgico en este caso, me sirvió para contraponer concepciones del mundo que están en contradicción y no logran encontrar una síntesis. Los personajes tienen cosas en común con los del Quijote pero no poseen un desarrollo y final similares. Son, como los de la época de Miguel de Cervantes, resultados de un mundo que no termina de morir contra otro que no termina de nacer. Y, en nuestro presente, tal transición sea aún más cruel y peligrosa que la de la época de Cervantes”, alerta. “Al respecto, ‘Otro mundo’ nos hace, ‘jugando’, preguntas. Cada uno las contestará cómo le parezca. Lo que resulta claro es que nadie se ‘salvará’ solo”, añade.

Alsina considera “(en realidad pienso-siento) que vivimos una época en la que los ‘mundos’ del pasado, del presente y del enigmático futuro, se confunden y se mezclan, donde nada aparece claro”. Acerca de su planteo, rechaza “la idea de que reír y pensar al mismo tiempo sean conceptos contradictorios; es más, si logramos que el público en el teatro se divierta y salga pensando y reflexionando sobre lo que vió-sintió, estamos en un buen camino”.

Más de la mitad del año, el teatrista tucumano la pasa en Italia, dando cursos y dirigiendo: “comparto mi tiempo entre Europa y la Argentina, aunque siento que me expreso artísticamente con más fluidez en nuestro país”. En ese ir y venir, la pregunta acerca de cómo ve la cercanía entre los mandatarios Javier Milei y Giorgia Meloni es casi obligada. “No son lo mismo, a pesar de las similitudes de un pensamiento de extrema derecha; Meloni debe acomodar su política al juego geopolítico europeo y a sus intereses económicos, mientras que Milei pretende transformar a la Argentina en una colonia. Podríamos decir que Meloni es, en cierto sentido, ‘nacionalista’ y Milei, un entregador total de los intereses nacionales y de los derechos de los trabajadores, jubilados y desposeídos, a un grupo de empresas y al imperialismo estadounidense del cuál él y su gente son vasallos”, sentencia.

TRAYECTORIA. Carlos Alsina dirige su centésimo estreno y su texto 65. TRAYECTORIA. Carlos Alsina dirige su centésimo estreno y su texto 65.

Su mirada política crítica acerca del presente se inserta en un entorno lleno de inquietudes: “vivimos un proceso muy dinámico en donde todo está por verse. ¿Quién hubiese dicho en 1941 que poco tiempo después el avasallante nazi-fascismo sería absolutamente derrotado? La historia la hacemos cada uno de nosotros con su lucha y su compromiso. La pregunta es ¿a quien o a quienes somos funcionales con nuestra lucha o con nuestro hacer cotidiano? ¿Somos conscientes de ‘para quién jugamos’? Un proceso de derechización de la sociedad lleva implícito un proceso de degradación de la humanidad, de deshumanización”, advierte.

En ese sentido, Alsina ubica a su nuevo texto como “la síntesis de mi vertiente más intimista con aquella más social”. “Cien direcciones es un número redondo que nada podría significar ya que el arte no es una unidad de medida. Pero no deja de ser, al menos para mí, la autodemostración de una pasión que permanece intacta a pesar de los años, los cambios, los países, las diversas culturas... Confirman el lema que distingue al teatro El Pulmón (que no es otra cosa que el resultado de un proceso personal de medio siglo de teatro): ‘Ni por la gloria ni por la vanidad; sólo por la certeza de la pasión’”, concluye.

Una selección personal

- De textos propios, Carlos Alsina recordó las puestas que hizo de “Limpieza”; “Ay D.I.U!”; “El pañuelo”; “Esperando el lunes”; “Ladran, Che!”; “El sueño inmóvil”; “La guerra de la basura”; “Fervoroso Borges”; “El pasaje”; “Crónica de la hormiga argentina”; “Desde el andamio”; “Por las hendijas del viento” y “Las manos del tiempo”, entre otras (algunas de sus obras están editadas en libros que se pueden comprar en su teatro El Pulmón)

- En 1985 estrenó “El avaro” de Moliere; al año siguiente “Don Juan”, de Moliere y Bertolt Brecht y en 1988, “Tartufo”, también del autor francés

- De Darío Fo montó “Pareja abierta”, “Aquí no paga nadie”; “Muerte accidental de un anarquista” y “Misterio Buffo”.

- “Ardiente paciencia”, de Antonio Skármeta; “La ópera del Malandro”, de Chico Buarque y Brecht; “Doña Flor y sus dos maridos”, de Jorge Amado, “Las criadas”, de Jean Genet y “La Papisa”, de Alfred Jarry, aparecen en su listado

- También dirigió “La Nona” y “Tute Cabrero” de Tito Cossa, tanto en la Argentina como en Italia

- En su último regreso a Tucumán, estrenó “Réquiem para noches claras” y “Vidas y Muertes de María Nadie”

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