ATLANTA, Estados Unidos.- El mandatario demócrata Joe Biden y su predecesor republicano Donald Trump, casi empatados en las encuestas, se enfrentaron anoche en el primer debate de las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos, después de meses de ataques verbales y acusaciones entre ambos.
Nunca antes los estadounidenses habían tenido que decidir entre candidatos tan viejos ni sopesar si confían las llaves de la Casa Blanca a un ex presidente declarado culpable en un caso de pagos ocultos a una actriz porno y que se expone a una pena de prisión. Estas elecciones enfrentan además dos visiones opuestas de Estados Unidos que giran sobre todo en torno al poder adquisitivo y la migración.
El cara a cara fue tenso, como se esperaba, a partir de las 21 locales (las 22 de Argentina) en Georgia, uno de los estados más disputados en los comicios. Los dos rivales no se dieron la mano al ocupar su posición en los podios a pocos metros de distancia, en un estudio sin público.
La cadena CNN transmitió este primer debate, que se repetirá el 10 de septiembre, dos meses antes de los comicios.
La pesadilla de 2020
Para evitar el caos que dominó el debate de las elecciones presidenciales de 2020, entre los mismos candidatos, los micrófonos estuvieron silenciados fuera del turno de palabra.
En esa ocasión hubo invectivas, burlas y un presidente en funciones, Trump, que interrumpía constantemente a su contrincante. Biden, finalmente, le espetó: “¿Te puedes callar, hombre?”.
La CNN espera evitar esa cacofonía. Por ello, además del silenciamiento de los micrófonos por turnos, el debate se celebró sin público en los estudios de la cadena en Atlanta.
Los dos candidatos de más edad de la historia estadounidense -Biden tiene 81 años y Trump 78- estuvieron de pie detrás de un atril durante 90 minutos.
CNN se había asegurado, según anunció, de que sus dos moderadores, Jake Tapper y Dana Bash, figuras de la cadena, “utilizaran todas las herramientas a su disposición para hacer respetar los tiempos de palabra y garantizar un debate civilizado”.
Los dos candidatos privilegiaron la cadena de información CNN en detrimento de la Comisión de Debates Presidenciales, un organismo independiente. Por ello, la cadena autorizó a sus rivales a difundir el debate simultáneamente, con el logo CNN y sin comentarios externos.
Según una encuesta publicada por la Universidad de Quinnipiac, Trump aventaja por primera vez a Biden con 49% frente a un 45% de la intención de voto a nivel nacional. Otra, difundida el domingo por la cadena Fox, beneficiaba por el contrario al demócrata (50% contra 48%).
El debate fue tenso, como se esperaba. “Estábamos bien, los demás países nos copiaban. Ahora, la inflacion nos está matando”, lanzó Trump. “Recibimos una economía en caos. Y ante ello, creamos empleos, bajamos el precio de los medicamentos, trabajamos para bajar el costo de vida”, respondió Biden.
Contrapunto
Biden se desmarcó de la retórica incendiaria de Trump, que acusa a los migrantes, muchos de ellos latinoamericanos, de “envenenar la sangre” del país y de ser criminales o enfermos mentales.
La estrategia de Biden se enfocó en los temas de aborto, democracia y los planes económicos de Trump. Habló de los beneficios para los veteranos y la ampliación de la cobertura de salud.
El ex mandatario, en cambio, reforzó su mensaje en materia de economía, inmigración, delincuencia, las guerras en el Medio Oriente y Ucrania. “Son los crímenes de los migrantes de Biden”, apuntó Trump.
Ante la pregunta de si bloquearía los derechos reproductivos de las mujeres, al haber impulsado una Corte Suprema que derogó el derecho al aborto, Trump dijo que no lo haría, pero sólo en caso de violación. “Les devolvimos la decisión a los estados y los estados están decidiendo que los bebés vivan”, insistió.
Biden dijo que esta medida pone en peligro la vida de las mujeres, sobre todo las más jóvenes. “Es un tema entre un médico y una mujer. Ningún político debería meterse en una decisión de la mujer sobre su cuerpo”.
Otro punto de disputa fue lo ocurrido el 6 de enero de 2021, cuando un grupo de simpatizantes de Trump entraron al Capitolio para impedir el reconocimiento de la victoria de Biden. El ex mandatario negó la responsabilidad sobre el ataque, aunque los llamó “patriotas”. El presidente insistió en que, justamente por ello, Trump se propone liberarlos y anular sus condenas.
Trump, que está condenado por 34 cargos relacionados con los hechos de enero de 2021, había dicho que tomaría “retribución contra los que lo “persiguieron”.
Antiinmigrantes: una retórica cada vez más violenta e incendiaria
La migración es el eje central del programa del magnate republicano, cuya retórica antimigrante va en aumento. Durante su mandato, de 2017 a 2021, aplicó política de tolerancia cero, que trató como delincuentes a los migrantes que intentaban entrar ilegalmente en territorio estadounidense, con lo que perdían la custodia de sus hijos. Además comenzó a construir un muro en la frontera con México, donde antes ya había cercas. Ahora Trump promete tomar medidas “tan draconianas como sea necesario”, como cerrar la frontera con México, reanudar la construcción del muro y deportar “masivamente”.
Derecho de asilo: “no demonizaré a migrantes ni separaré a las familias”
Los republicanos culpan a las políticas demócratas de favorecer el derecho de asilo a los migrantes, muchos de ellos latinoamericanos. Biden, por su parte, acusa a Trump de haber saboteado un intento bipartidista de encontrar una solución. “No demonizaré a los inmigrantes y no separaré a las familias”, dice Biden. Llegó a la Casa Blanca con la promesa de impulsar una política migratoria “más humana” y una vía hacia la ciudadanía para 11 millones de indocumentados, pero tropezó con la oposición de los conservadores en el Congreso.