Carlos Rivero, corazón de caña de azúcar que late con sangre flamenca

Por primera vez un bailarín argentino integra el Ballet Nacional de España. Tiene sólo 22 años; es tucumano, docente y coreógrafo. Era adolescente cuando fundó su primer grupo de danza española en esta capital.

Carlos Rivero, corazón de caña de azúcar que late con sangre flamenca

“Yo había venido a España sólo por seis meses, a cumplir con mis becas y a continuar con mi formación, para luego volver a la Argentina, a seguir con mi vida personal y laboral; a retomar la dirección de mi instituto coreográfico, a dictar los cursillos en escuelas de danzas, y mil actividades más...”

Este mes exactamente hace un año que Carlos Rivero partió rumbo a Madrid llevando sus zapatos y sus botas de bailaor flamenco. Allá ya los debe haber renovado porque los que llevó ya se gastaron por sobreuso sobre las tablas y los tablaos.

Es que “lo que jamás hubiera imaginado” se hizo realidad: hoy Rivero es el primer bailarín argentino que forma parte como residente del Ballet Nacional de España (BNA). Sin ánimo de comparar, equivale a que un bailarín español hubiera sido convocado desde Argentina a integrar el Ballet Folklórico Nacional.

El bailarín, coreógrafo y docente tucumano de 22 años le da detalles de cómo vive su mayor sueño a LA GACETA.

- ¿Qué es una residencia en el BNE? ¿Cómo se accede?

- El BNE otorga residencias para dar igualdad de oportunidades a los bailarines de danza española y flamenca; para que los artistas puedan nutrir como invitados su formación tomando las clases que se dictan en la sede, aprendiendo el repertorio del ballet y compartiendo los ensayos y presentaciones durante un tiempo determinado. Puede ser a partir de una semana, y hasta lo que la dirección considere en base al desenvolvimiento del becario.

- ¿Por cuánto tiempo te dieron la residencia y cómo fue?

- En mi caso, me la otorgaron por un mes, pero Rubén Olmo (director del BNA) junto a Miguel Ángel Corbacho (asistente de dirección) me lo han ampliado hasta finalizar la temporada 2023/24. Fue una sorpresa absoluta. Las becas se entregan al finalizar el curso. El último día, luego de haber bailado una vez más en la sección de los “Bailarines del mundo” junto a Belén López, Alfonso Losa (bailaores consagrados) y tres compañeras del curso. Olmo quiso acompañar el trabajo otorgando dos becas de Residencia en el BNE, que nos tocaron a una bailaora de Granada y a mí. Fue como un baldazo de agua helada, de emoción y de felicidad.

- ¿Qué significa para vos en términos de dedicación y ensayos?

- Participo en todo lo que ensaya el ballet y en las presentaciones. De chico me pasaba mirando todo cuanto publicaran en YouTube. Cuando tuve la suerte de verlos por primera vez en vivo y en directo en 2019, el deseo de estar ahí dentro era mucho más fuerte. Mis padres, Rossana y Carlos, me alentaban a seguir soñando y motivándome. Ellos fueron el motor fundamental en toda mi carrera.

- ¿Te costó adaptarte? ¿Cómo es tu actividad de cada día?

- El primer contacto fue fuerte; luego el cuerpo, y uno mismo, se acostumbra. Son jornadas de seis horas, muy intensas. Se empieza por una clase de ballet clásico completísima, yo le digo el desayuno de cada día; luego hay una clase de técnica de flamenco, danza española o danza contemporánea. Se para 30 minutos para almorzar, y después se continúa ensayando el programa próximo a presentar o a reponer. A las 16.30, una ducha rápida y todos nos vamos a continuar con nuestra vida. En mi caso, la siguiente parada es en el Instituto Flamenco La Truco, donde doy clases en los niveles avanzados, profesionales y de formación de la carrera de la Escuela de Flamenco de Andalucía (EFA). Y si es de esos días que toca bailar en el tablao, la tercera parada es allí, y actuar los pases que haya ese día. Es duro, pero para ello hay que tener el cuerpo preparado y muy bien cuidado, con una muy buena dieta, sesiones de fisioterapia semanalmente y las horas de descanso mínimas correspondientes. Aquí estoy, soñando despierto.

BECARIOS 2024. Carlos Rivero junto a sus tres colegas,  nacidas y formadas en España. BECARIOS 2024. Carlos Rivero junto a sus tres colegas, nacidas y formadas en España.

- ¿Qué han estado ensayando últimamente?

- Uno de los programas en ensayo es una producción en blanco y negro que fotografía el colombiano Ruven Afanador. Es un diálogo que hibrida dos lenguajes en busca de un nuevo universo, un Flamenco Punk y un género fluido. Otro es una de las joyas míticas del BNE y de la danza española: “Ritmos”, de Alberto Lorca. Luego, el espectáculo didáctico “Danza Española: Folklore, Flamenco y Sentimiento”. Y el que más ansioso nos tiene a todos es la reposición de “Grito”, con el coreógrafo Antonio Canales.

- ¿Qué significa todo esto para vos como profesional de la danza flamenca?

- La vivencia del día a día, dentro y fuera del BNE, es como soñar despierto. Lo del BNE, que se dio luego que nada más ni nada menos que La Truco (María Eliezer Truco Pinillos, la formadora flamenca más reconocida a nivel mundial) se haya puesto en contacto conmigo para integrar su plantel docente, y que ella se termine convirtiendo en una especie de madre española; llegar a los tablaos; ser uno de los cuatro finalistas del concurso de baile flamenco del Centro Cultural Flamenco de Madrid... todo es increíble. Algunos dirán que es suerte, pero soy un convencido de que todo ya está escrito, y que llega tarde o temprano. Por eso les digo a los jóvenes bailarines y bailarinas que, aunque esta es una carrera muy sacrificada, y no somos valorados ni estamos amparados, que nunca pierdan la ilusión ni mucho menos las ganas de superarse.

Una las últimas novedades en la vorágine en que vive Rivero en España fue que a principios de mes bailó con el BNA “Ritmos” en el teatro el Generalife de Granada, en una función que contó con la presencia de la Reina Sofía de España. Al cierre de esta edición estaba en Madrid, muy contento, saliendo del teatro La Latina, del baile de fin de curso del Instituto de Flamenco de La Truco.

BALLET NACIONAL DE ESPAÑA. En estos días está presentando la obra “Afanador”. BALLET NACIONAL DE ESPAÑA. En estos días está presentando la obra “Afanador”.

¿Con quiénes se formó?

Estudios en Tucumán y en Buenos Aires

Carlos Rivero se formó desde los 12 años con Ana Sancho Miñano; Luciana y Pablo Acosta; Alejandra Acosta en clásico, y en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón, con Silvina Juárez, Miriam Coelho y Edgardo Trabalón. En Buenos Aires además cursó la carrera de Intérprete Superior de Danza Española con Sibila Miatelo. En Tucumán funda su propio instituto coreográfico, el Grupo Arte Español.

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