De la estabilidad con Lucchetti a la incertidumbre actual en el arco de Atlético Tucumán

El puesto de arquero es sin dudas uno de los más sensibles en cualquier equipo. Encontrar un guardameta sólido, que se adueñe del arco, que brinde seguridad y que sostenga su nivel en el tiempo es una tarea prácticamente de prueba y error que Atlético Tucumán durante casi una década no tuvo que afrontar. En 2012 llegó Cristian Lucchetti y, salvo algunas lesiones (la del hombro en 2017, por ejemplo) jugó siempre. Ahora, cuando “Laucha” se fue en 2021, comenzaron los problemas.

Tomás Marchiori y Nicolás Campisi fueron un dolor de cabeza para los “decanos” en el comienzo de 2022. La solución efímera fue la contratación de Carlos Lampe, que luego de seis meses muy buenos en Atlético pasó a Bolívar de Bolivia, en donde hoy es figura. En ese momento, la pelota volvió a caer en manos de Marchiori y el mendocino esta vez sí dio la talla. Fue la figura del equipo durante todo 2023 y eso le valió la transferencia a Vélez, en dónde fue subcampeón de la Copa de la Liga en su primer torneo en el club. Pero claro, otra vez ahí comenzaron los dolores de cabeza.

Tras la salida de Marchiori (y Luis Ojeda que sólo atajó un partido en el club) el “decano” contrató a José Devecchi y a Tomás Durso, pero durante lo que va del 2024 el puesto fue un problema sin solución. Por eso apenas comenzó el receso de invierno en Atlético fueron a la carga por un arquero de jerarquía. Oscar Ustari fue el plan A; Ezequiel Centurión, el B. Por diferentes motivos ambas chances quedaron truncas; y la más sorprendente fue la negativa del arquero sureño.

Centurión, arquero suplente de River, tenía muy encaminada su llegada a 25 de Mayo y Chile, que se iba a ser un préstamo por 18 meses. De hecho, su padre Rafael Centurión había atajado en el “decano” durante la década del ’90 y eso parecía ser un factor importante en la negociación.

Sin embargo, en las últimas horas se confirmó que el arquero continuará su carrera en Independiente Rivadavia. La “lepra” mendocina, que ya incorporó al colombiano Sebastián Villa, a Agustín Mulet y a Nahuel Gallardo, aceleró en las próximas horas lo presentará oficialmente.

Llegará, también, a préstamo por 18 meses; algo que el “decano” también pretendía el “decano”. Claro, la CD de Atlético quería que el préstamo se hiciera con opción de compra del 50% del pase y que River pagara parte del elevado salario del jugador. En Mendoza, la “lepra” aceptó que el jugador llegara sin opción de compra y se hizo cargo de su sueldo. Eso terminó inclinando la balanza.

Sin el A y sin el B, en el “decano” no estarían tan convencidos de ir por un plan C. Además vale aclarar que en el plantel hay cuatro arqueros (Enrique Maza y Gustavo Lescano completan el cupo con Durso y Devecchi); y salvo Lescano, que emigraría a un equipo de Primera Nacional, los otros tres están decididos a pelear por la titularidad.

En caso de que no aparezca ninguna opción tentadora para reforzarse (liberar un cupo también sería un problema porque Devecchi no se fue ni a Sarmiento ni a Audax Italiano, clubes que lo pretendían) el “decano” continuaría con tres arqueros conocidos: Durso, Devecchi y Maza.

El juvenil Maza de 17 años, recién está sumando minutos en Reserva pero es un buen proyecto del club. El catamarqueño disputó un Sudamericano Sub 17 y estuvo cerca de ir a ese mundial de la categoría con Argentina. Si bien es poco probable que sume minutos con el equipo profesional, mantenerlo como tercer arquero es una buena oportunidad para ir preparándolo de cara al futuro. Será el titular con Diego Barrado en la Reserva; mientras tanto se entrena todos los días bajo las órdenes de Facundo Sava.

Devecchi jugó 14 partidos como titular en el “decano”. En el inicio de la Copa de la Liga Profesional tuvo una presentación deluxe en el 1-1 con Rosario Central: fue la figura del equipo sosteniendo el resultado en los minutos finales del partido con tres atajadas monumentales. Parecía que estaba destinado a hacer olvidar rápidamente a Marchiori, pero sólo fue un espejismo. Durante toda su titularidad en la Copa le hicieron 50 tiros al arco, de los cuales 23 terminaron en gol. Contuvo 27 remates, con una efectividad de 58%, durante los 1.357 minutos que disputó. Si bien comenzó el torneo de muy buena forma, con partidos interesante, con el correr de los juegos su performance se fue desdibujando. Por eso terminó perdiendo el puesto de cara a la Liga Profesional.

La clave para Durso fue no desesperar y aprovechar su chance. Pese a que había llegado listo para jugar, recién pudo debutar en la Liga Profesional. Hasta el momento en Atlético jugó cinco partidos y atajó 16 de los 21 disparos al arco que recibió el equipo en ese lapso. Jugó 489 minutos y fue figura indiscutida del equipo frente a Boca, Vélez y Defensa; aunque no hay dudas de que su mejor noche fue en Liniers frente a Vélez. Según los datos estadísticos, atajó siete de los 11 remates que hizo el “fortín”. También se destacó por Copa Argentina con grandes atajadas contra Gimnasia La Plata, su ex equipo, aunque el “decano” fue eliminado.

En un fútbol actual que se encuentra muy sometido a las estadísticas, es probable que el cuerpo técnico de Sava tenga todos estos valores muy en cuenta. Sin embargo para ellos es mucho más importante el trabajo en el día a día de los futbolistas; en especial el de los arqueros, un puesto demasiado especial.