En residencias de adultos mayores se utiliza la terapia musical en talleres que promueven en general la salud mental, física y emocional de los mayores. El sonido, el ritmo, la melodía y la armonía se usan, en concreto, para facilitar y promover la comunicación, la expresión, las relaciones sociales, el movimiento y la relajación.
Es decir, música para mejorar la salud, pero también para fomentar el bienestar de los mayores, ya que las canciones les conectan con momentos puntuales de su pasado y/o les producen sensaciones placenteras. Es una herramienta ideal para personas con alzheimer.
Música como terapia en el alzheimer
La utilidad de la musicoterapia en el campo de las demencias empieza a ser valorada por la comunidad científica, ya que se han reportado efectos positivos a nivel físico, cognitivo y psicológico. Diversos estudios muestran que la musicoterapia permite mantener el sentimiento de identidad de los enfermos de alzhéimer y puede estimular las funciones cognitivas globales.
Realmente, aporta beneficios en todas las fases. En el caso de personas con demencia, la música se utiliza para conseguir objetivos terapéuticos enfocados a la restauración, mantenimiento y mejora de la salud mental y física. De hecho, apunta la fundación catalana, mejora la calidad de vida de las personas a las que acompañamos ya que nos permite un mayor acercamiento y conectar con su historia de vida.
"Los recuerdos que más perduran son los que están ligados a una vivencia emocional intensa", señala Fátima Pérez-Robledo, musicoterapeuta de la Fundación Alzheimer de España. "Justo la música con lo que está más ligada es con las emociones y la emoción es una puerta al recuerdo", asegura.